Raquel Vázquez narra su historia de amor con Óscar Chávez
CIUDAD DE MÉXICO, octubre 6 (EL UNIVERSAL).- "Ni siquiera he podido entrar a su estudio", dice Raquel Vázquez, esposa y compañera de vida de Óscar Chávez durante 60 años. El cantante de "Macondo" falleció el 30 de abril víctima de Covid-19.
Desde la casa que habitaron, la bailarina y coreógrafa jubilada recuerda a quien fue el amor de su vida, el comienzo de la enfermedad y su avance feroz, así como lo difícil que fue no poder despedirse de él. Hoy considera un milagro que ella no se haya contagiado.
"Yo no padecí Covid. Fue una cuestión milagrosa porque estábamos en la misma cama, dormíamos juntos y me tocó cuando empezó la fiebre. En todo estuve con él, tratando de cuidarlo, de llevarle cosas, llamé a los médicos, pero no me pasó nada a mí. La persona que trabaja aquí en la casa y yo nos hicimos el examen; yo salí negativa y ella salió positiva, fue muy extraño.
"Estoy operada de la columna vertebral y en la operación me perforaron un pulmón, así que traigo oxígeno, pienso que eso fue lo que me salvó, porque traía el oxígeno todo el tiempo, incluso tenía otro aparato que usaba por si tenía que salir, se lo puse a Oscar cuando me di cuenta que no podía respirar bien, pero pues ya no sirvió", compartió a EL UNIVERSAL.
Al momento de su muerte, el 30 de abril, Óscar tenía 85 años, cinco más que Raquel, de 80. La pareja se conoció cuando ambos tenían poco más de 20 años. Se encontraron en el teatro en una celebración del 15 de septiembre y fue cuestión de meses para que se casaran.
"Él no quería ser cantante, él quería dedicarse a la actuación. Antes se acostumbraba en los teatros a dar el Grito después de la función. Yo había participado con el Ballet Nacional de México y él con otra compañía, yo iba como bailarina y él como actor, platicamos, cantamos y ya seguimos juntos, muy poco tiempo tuvimos de noviazgo porque nos casamos inmediatamente en una delegación, así nada más, porque yo iba a salir de gira y Óscar quería irse conmigo; nos casamos como un mero trámite", dice soltando una carcajada.
Durante esas seis décadas de casados, Raquel reconoce que hubo problemas, como en todos los matrimonios largos, pero siempre predominó el amor y el trabajo en equipo. Mientras que Óscar le enseñaba sus proyectos y le pedía opiniones, ella recurría a él en cuestiones laborales, y más cuando dio el salto a coreógrafa, hasta que se convirtió en directora de la compañía en la que trabajaba. Por el ritmo de vida, el amor a sus carreras, decidieron no ser...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba