Ramón Mercader: El asesino fiel

AutorSilvia Isabel Gámez

Nada se sabrá sobre el paso del asesino de León Trotsky, el catalán Ramón Mercader, por Moscú o La Habana, ya que los archivos oficiales han sido sellados, asegura el historiador cubano Álvaro Alba.

El 21 de agosto se cumplirán 75 años del crimen cometido en México, pero es en Rusia donde la leyenda del agente soviético sigue viva. Su apellido es utilizado por los espías como sinónimo de la sentencia mortal que aguarda a los renegados del régimen, a quienes se les envía "un Mercader" para cumplirla, cuenta el también periodista, egresado de la Universidad de Odesa, en Ucrania.

Héroe de la Unión Soviética por decreto del Soviet Supremo, el catalán fue reconocido por sus servicios al antiguo NKVD, encargado de cumplir las órdenes del dictador Josef Stalin, para quien la muerte del creador del Ejército Rojo era una prioridad.

Mercader fue el verdugo de Trotsky, pero a la vez fue víctima de su ideología, considera el historiador catalán Eduard Puigventós.

"Se inmoló creyendo que así contribuiría al surgimiento de un nuevo mundo", escribe en Ramón Mercader, el hombre del piolet (Now Books, 2015), la primera biografía académica dedicada al militante comunista.

Subraya que fue el fracaso del atentado del 24 de mayo de 1940, cuando un grupo comandado por David Alfaro Siqueiros disparó en la madrugada contra la casa de Trotsky en Coyoacán, lo que determinó que Mercader dejara de ser espía para convertirse en ejecutor.

En su libro Eitingon. Las operaciones secretas de Stalin en México (Debate, 2014), el historiador y periodista mexicano Juan Alberto Cedillo detalla la Operación Pato, que costó 300 mil dólares y fue organizada desde la URSS por el jefe del NKVD, Lavrenti Beria, su subalterno Pavel Sudoplatov, y el jefe de la Sección de Operaciones Ilegales, encargado de eliminar a los enemigos de Stalin: Leonid Aleksándrovich Eitingon.

Desde 1939, escribe Cedillo, los soviéticos comenzaron a reclutar mexicanos influyentes que pudieran servir a sus planes: el embajador en Francia, Narciso Bassols, que acompañó a Eitingon a México; Adolfo Oribe de Alba, director de la Comisión Nacional de Irrigación en el sexenio cardenista, y Vicente Lombardo Toledano, director del periódico El Popular, creado por la CTM.

Mercader asumió la identidad de un joven belga, Jacques Mornard, para enamorar a la trotskista Sylvia Ageloff. En septiembre de 1939, fue a buscarla a Nueva York con un pasaporte falso a nombre del canadiense Frank Jacson, y en enero de 1940 logró...

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