Rafting: Descenso salvaje

AutorGabriela Gómez

El antecedente del rafting viene de la Segunda Guerra Mundial, cuando se comenzaron a utilizar balsas inflables en lugar de embarcaciones rígidas para distribuir víveres, equipo y gente a través de los ríos.

Actualmente, el rafting o descenso de río se ha puesto de moda en México. Antes lo practicaban clubes o asociaciones de exploraciones o algunos aventureros que contaban con equipo limitado y poca experiencia.

En estas condiciones, navegar un río no era muy seguro. Algunos arriesgados improvisaban sus embarcaciones con cámaras de llantas amarradas entre ellas y a veces también los mismos tripulantes se amarraban. Sin dirección alguna se dejaban llevar entres las aguas salvajes. Desgraciadamente, estas experiencias cobraron algunas vidas.

En la actualidad, el rafting en México ha evolucionado. Todavía existen aventureros, pero también ya hay compañías con experiencia dedicadas especialmente al turismo en rafting.

La mayoría son empresas bastante seguras, aunque no todas. Para que la seguridad no se ponga en juego, se debe verificar que la compañía con la que se viaja cumpla con ciertos requisitos que el mismo usuario puede observar.

¿Cómo se practica?

Para el rafting, es necesario contar con equipo y preparación profesional, que consiste en un curso básico para guía de embarcación.

Contar con una balsa inflable profesional, las hay para una o dos personas (pato) o para cuatro, seis, ocho y hasta diez personas.

El principal objetivo es sortear los peligros u obstáculos que se denominan rápidos, formados por la corriente con piedras, pendientes pronunciadas y ocasionalmente árboles.

El guía debe estar debidamente capacitado con cursos de rescate...

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