Rafael Segovia / Unas elecciones

AutorRafael Segovia

Se cayeron las esperanzas de los verdaderos e incorregibles reaccionarios: el Tea Party y compañía de la Cámara Baja en el Congreso de Estados Unidos, porque los demócratas lograron una mayoría ganada por los pelos en el Senado. Para cualquiera vagamente entrenado en la política en aquella parte del mundo era un caso de política al revés, que sólo se podía explicar mirando un mapa. El norte y el este de Estados Unidos votan más a la izquierda que el sur, todavía nostálgico de la guerra de secesión y, aunque lo escondan cuanto pueden, de la esclavitud. Sus discursos sobre la libertad no convencen a nadie. Por ejemplo, contra la medicina social -ni hablar de medicina socializada-, la propiedad particular de todas las empresas. Un tufo reaccionario que ya quisiera el PAN. Están contra un Estado mal que bien a favor de la igualdad, de lo social, de los pobres.

Ha salido a flote el racismo feroz que domina en la mayor parte de la Unión, pero sobre todo en el sur, que se ha visto reforzado por una emigración cubana de extrema derecha. En el fondo, la postura de Arizona es de un racismo descarado, idéntico al de Texas, por no decir nada del de Oklahoma. El haber mantenido el control del Senado es el único rayo de esperanza que les queda a quienes fueron el apoyo de Obama. Ahora se han abstenido de votar a su favor, que era votar por ellos mismos. Esa manera de actuar es la de un electorado sin educación política, incapaz de ver dónde está su verdadero interés. Quedan dos años para que reflexionen y comprendan la clase de desastre que han organizado con su abstención. Cuesta trabajo entender cómo algunos políticos se hacen populares sólo en un momento. La señora Palin se ha metido en el bolsillo al electorado de extrema derecha. ¿Qué puede ofrecer?, ¿es una mujer carismática?, ¿atrae a la gente ultraconservadora con su sola presencia o con sus discursos desangelados? Lo mismo se puede decir de quien va a presidir la Cámara de Representantes, quien no habla, sino chilla.

A algunos de los recién elegidos se les oye casi reflexionar. Saben que han sido elegidos porque hay en este momento una crisis económica de la que no se van a escapar fácilmente, lo que ha obligado a los ultraconservadores a renunciar a lo ganado durante décadas. Estados Unidos siempre ha estado dispuesto a renunciar a cuanto se pueda considerar una ganancia social. Se considera que la presencia del gobierno es un peligro, se trata de una colección de individuos dañinos, traidores...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR