Rafael Segovia / El franquismo

AutorRafael Segovia

No hubo originalidad alguna en los 40 años de la dictadura de Francisco Franco, impuesta sobre España después de 34 meses de guerra civil.

Coincidió, temporalmente, con las dictaduras que surgieron en toda Europa: Alemania, Italia, Portugal, Grecia, Yugoslavia, Rumania, Bulgaria, Austria, más otras que no se manifestaron de manera abierta, como Polonia, pero que aceptaron gobiernos autoritarios. El franquismo fue una más, con algunas notas que lo separaron de las normas dominantes después de la Primera Guerra Mundial, de hecho guerra europea.

EU se presentó en el mapa europeo por primera vez, mostrando su capacidad industrial, económica y militar. Pero sólo se mostró. Tan pronto como derrotaron a las potencias centrales, regresaron a su "espléndido aislamiento", dejando a vencedores y vencidos con sus problemas y la incapacidad de resolverlos.

En los primeros años de paz, los que suceden a 1919, el renacimiento de los gobiernos democráticos permite suponer una paz duradera, aunque el Tratado de Versalles fue criticado con acritud por la dureza de sus puntos blandos y lo blando de sus puntos duros. "Mientras la recuperación económica se pensó duradera, la nueva organización funcionó... hasta 1929 al estallar la crisis mundial surgida en los Estados Unidos. Quizás la peor crisis que haya conocido la humanidad".

España se mantuvo neutral durante el conflicto. Aquello supuso una prosperidad ficticia: las pretensiones coloniales españolas en el norte de África fueron el inicio de una serie de rupturas internas, que fueron agravadas por una situación social y económica con orígenes situados en el siglo 19 y quizás antes.

La estructura agraria sustentó una estructura social mantenida por la falta de un crecimiento demográfico de tipo europeo y una industrialización desigual en el territorio nacional, generada por capitales casi exclusivamente extranjeros. Esta industrialización tardía generó un proletariado influido por el socialismo en algunas regiones ^País Vasco, Cataluña^ donde los problemas no fueron sólo sociales sino que encontraron un agravante en la corriente regionalismo-nacionalismo-separatismo.

En un país dominado por una economía agraria, pero con una industrialización capitalista incipiente, la división del proletariado fue inevitable: la clase obrera, influidos sus líderes por el modelo francés y el alemán, se orientó hacia un socialismo marxista; el proletariado campesino fue dominado por un anarquismo fundamentalmente italiano y...

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