Rafael Fernández de Castro / Bush o Kerry: quién nos conviene

AutorRafael Fernández de Castro

La elección del próximo 2 de noviembre es muy importante para México por dos motivos: primero, por que es mucho lo que está en juego para el destino de Estados Unidos, tanto en su actuar internacional como en asuntos internos; y segundo, por que Bush y Kerry representan opciones distintas para la agenda bilateral.

El influyente corresponsal de la Casa Blanca de The New York Times, David Sanger, señala "tuvieron que pasar 40 años para que hubiera una elección con tanto en juego. En épocas de paz se discute sobre el desempleo y los impuestos... y si el gobierno federal es demasiado grande. En tiempos de guerra estas preguntas siguen siendo importantes, pero pasan a un segundo plano. Los electores votan con las entrañas sobre quién es mejor para proteger a la nación".

El vecino en transición

Bush ha sido un presidente revolucionario. Como candidato en el 2000 prometía modestos cambios. Con un enorme superávit presupuestal y con un escenario internacional ordenado, Bush junior se presentó en el 2000 como un conservador fraterno. Es decir, disminuiría los impuestos y aprovecharía el superávit para corregir algunas de las injusticias sociales.

Los atentados terroristas transformaron al conservador fraterno en un avezado halcón. Y a la inicial proclividad de su gobierno por el unilateralismo -rechazó el protocolo ambiental de Kyoto y a la Corte Internacional de Justicia- se añadiría en el post 11 de septiembre el ataque preventivo y un desinterés por las coaliciones. La doctrina Bush de seguridad nacional, instrumentada en Irak, constituye un cambio sustantivo en la conducta internacional de Washington. Desde Harry Truman, quien a finales de los años cuarenta diseñó la "détente" para frenar el expansionismo soviético, no había habido un presidente como Bush que generara tantos cambios en política exterior.

La doctrina Bush ha estado influenciada por dos grupos: los neoconservadores y los conservadores realistas. Los primeros, insisten en que el verdadero papel de la súper potencia militar es llevar la democracia a todos los rincones del mundo, incluso por la fuerza, como en el caso de Irak. Los conservadores realistas, consideran la intervención militar como su principal instrumento de actuación internacional, pero no creen en el cambio de régimen. Es decir, pegan y se van. A pesar de que ambas doctrinas se encuentran en entredicho por el fiasco de la ocupación de Irak, mantienen un denominador común -que es la esencia de la doctrina Bush- nada ni...

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