Rafael Alarcón / Fuera los tramposos

AutorRafael Alarcón

"Si piensas que el golf es relajante, no estás jugando el golf como es".

Bob Hope, comediante

En mis primeros viajes internacionales jugando torneos como profesional aprendí rápidamente que, por más que nuestro querido deporte esté incrustado sobre principios éticos de la honorabilidad, hay quienes sí hacen trampa y confían en que nunca serán descubiertos.

En Singapur, Eugenio Nava, delató a un jugador de Corea por no colocar su bola en el lugar exacto después de marcar y limpiar la bola en green. Por más que esa falta había sido clara, sólo Nava la había visto y el juez concedió la razón al coreano (así lo estipulan las Reglas de Juego). En el último torneo de la Gira, en Japón, me toco jugar con el "trampas Kim". En el hoyo cuatro me di cuenta que estaba repitiendo la maña de lo que había sido acusado, y me dije a mí mismo "ahora sí no se escapa este coreano", le compartí mi inquietud al tercer jugador del grupo y me dijo que lo observaría. En el hoyo 13 volvió a colocar la bola unos 10 centímetros más adelante de su lugar original y le reclamé la falta. Después que el tercer jugador también lo había visto y casi se arman los trancazos en pleno green, este jugador se puso energúmeno y el lío siguió hasta terminar. Yo me rehusé a firmar su tarjeta. Ya con los jueces enfrente el tercer jugador se "rajó" a respaldar lo que claramente habíamos visto y, tanto yo como el resto del field, tuvimos que seguir compitiendo contra un tramposo del golf.

Los tramposos existen tanto en el golf social como en profesional y no es nada nuevo. Hace poco, Phil Mickelson comentó, a raíz de la penalidad impuesta a Alexis Thomson cuando el lente de la televisión expuso que había recolocado la bola más o menos un centímetro fuera de su...

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