Radiografía de la obra

AutorRubén Zermeño

DICEN LOS albañiles que "quien es coco, donde quiera pega".

Sin embargo, no es lo mismo pegar como peón que pegar en grande como maestro de una obra; especialistas de la construcción dicen que lo realmente importante para ir subiendo de grado son las ganas que se le echen al trabajo.

Silverio Barragán Rodríguez comenzó hace 19 años en el mundo de la construcción: "desde abajo, de chalancito", cuenta al recordar su época de peón en su estado natal, Guerrero. Hoy es maestro de obra y contratista y, aunque sigue trabajando igual de duro que al comienzo, su sueldo ha aumentado en un 600 por ciento.

Silverio no la tuvo fácil: fue huérfano desde los nueve años y siempre trabajó mucho. En vacaciones, laboraba en las construcciones para tener dinero y poder comprar ropa y útiles para el ciclo escolar.

Dejó los estudios cuando tuvo que trabajar a tiempo completo, aunque llegó hasta el segundo año de la carrera de ingeniería en la construcción; por eso, aun sin tener el título, todos sus empleados lo tratan como ingeniero, debido a sus conocimientos adquiridos en las obras.

El maestro cuenta que, como en un tablero de ajedrez, el puesto más bajo es el de peón, chalán o ayudante general.

Para subir de categoría, Silverio recomienda a los muchachos que comienzan que se centren en un área específica de la construcción, para así poder ser un ayudante especializado, ya sea clase A o B: ayudante fierrero o carpintero.

Un ayudante general puede pasar a convertirse en un media cuchara, que es el paso intermedio para llegar a ser albañil, una especie de becario de la construcción. Si lo tuyo sigue siendo el fierro o la madera, puedes convertirte en especialista en el tema y ser pronto un oficial fierrero o uno carpintero.

El siguiente nivel es el cabo, quien en una construcción grande pude dirigir a una cuadrilla de entre 10 y 40 trabajadores. Cuando es una obra chica, se necesita solo a un cabo, pero cuando la cosa es más grande, la ayudadita tiene que ser proporcional, por lo que existe el rango de cabo fierrero y de cabo carpintero.

En la punta de toda esta pirámide se encuentra el maestro de obra, ayudado por el segundero, inmediatamente debajo en el escalafón. Ambos, aparte de supervisarlo todo, fungen como contratistas.

Sin embargo, no todo queda ahí, ya que te puedes convertir en un técnico o profesional de la construcción.

Tus ropas ya no se mancharán porque lo más sucio que tocarás será el papel. Puedes llegar a ser residente de obra, súper...

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