Rachel McAdams: La antidiva de corazón
| Autor | Eugenio Guzmán |
Qué lejos está Rachel McAdams de ser una diva, aunque tiene todo para serlo: estampa, trayectoria, fortuna, estilo, cuerpo, dinero, carácter y talento.
Esta reina de 33 años está fascinada con los deleites plebeyos. No tiene carro y se mueve en bicicleta por las calles de Toronto, se ensucia las manos trabajando en el jardín, compra ropa en tiendas vintage, brinca de restaurante en restaurante cada noche entre semana y, a veces, paga los consumos de su galán.
El cuento de hadas terminaría si algún día comete la burrada de mudarse a Los Ángeles, porque la vida, dice, es mucho más amable desde el anonimato voluntario.
¡Qué flojera le dan los paparazzi!
Antes de que Cupido pinte de rojo y rosa el San Valentín, en las pantallas del mundo será estrenada Votos de Amor (The Vow, 2012), su más reciente cinta, en la que regresa al género del drama romántico que la llenó de admiradores con Diario de una Pasión (The Notebook, 2004).
Una mañana de noviembre, McAdams entra en una habitación llena de periodistas para responder preguntas acerca de este proyecto y su caballera con chapa de oro sólo compite en brillo con sus enormes dientes. La actriz tiene oferta de sonrisas, las regala sin pedir recompensa a cambio.
Hay estrellas con las que no es necesario usar un poderoso telescopio para sentirlas cerca; la canadiense es una de ellas.
LA 'REINA KLEENEX'
Esta generación no creció en la sala de un cine llorando por Lo que el Viento se Llevó, pero sí echó a perder una buena cantidad de pañuelos desechables viendo Diario de una Pasión, en la que McAdams y Ryan Gosling se besan como quisieran besarse todos los amantes.
Ocho años después de provocar aquel sollozo masivo, la actriz presenta Votos de Amor, ideal para quienes gustan de invocar mariposas en la panza mientras comen palomitas.
La trama, que está basada en hechos reales, trata de una mujer que sufre amnesia a causa de un accidente y que olvida la historia de amor que tiene con su marido -lo peor es que recuerda todo, menos a él-.
"La idea de que esta mujer olvida cualquier rastro de su esposo y el modo en que ambos encuentran la manera de regresar a ser ellos mismos es más que extraordinaria", señala McAdams.
"La película plantea la idea de que si pierdes tus recuerdos, ¿entonces quién eres?, ¿necesitas tus recuerdos para ser una persona completa?, ¿qué le pasa a un amor si no tiene una memoria que lo confirme?".
La experta en hacer llorar se hace bolas cuando le preguntan qué situaciones le sacan...
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