Quitan el tinte priista

AutorMayolo López

En manos del segundo Gobierno del PAN, el recuerdo de la Revolución se circunscribe a un escenario con una vieja locomotora -la 67-, una inmensa imagen de jinetes sombrerudos y un puñado de burócratas.

De la "masificación del deporte" que a primera hora de la mañana propone el Presidente Felipe Calderón, la efeméride revolucionaria queda compactada en un sillerío con funcionarios públicos como auditorio ex profeso... y un Premio Nobel de Literatura: Gabriel García Márquez.

También, un discurso pronunciado por el segundo Ejecutivo de las filas de Acción Nacional con el que se reivindica y se abraza la causa revolucionaria.

"Hoy el Gobierno de la República reivindica la importancia del 20 de noviembre en nuestro calendario cívico: esta fecha es patrimonio de México y legado para las próximas generaciones", resume Calderón Hinojosa, ceñida al pecho la banda presidencial.

Si, antaño, el viejo Partido Revolucionario Institucional vestía el festejo de la efeméride que lo vio nacer con un desfile masivo de deportistas -las glorias nacionales por delante-, los panistas lo más que echan por delante son caballos percherones con crestas tricolores de las caballerizas del Estado Mayor Presidencial (EMP).

El mismo Estado Mayor Presidencial se encarga de desdibujar el carácter de masivo que años atrás caracterizaba un 20 de noviembre en la capital del País: instala cientos de vallas metálicas en una amplia zona en torno del Monumento a la Revolución, sede escogida por los estrategas de Los Pinos.

El cerco funciona pero quita realce al acto. Con eco, el llamado que hace el Presidente de la...

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