Quítale estrés a la Navidad
"¡Oh, blanca Navidad! Sueño y con la nieve alrededor....".
En ocasiones, la cena navideña puede no resultar tan armónica como las letras de los villancicos, sobre todo cuando surgen situaciones poco agradables o sorpresivas que te pueden preocupar, angustiar o, incluso, estresar.
Hoy, expertos comparten sus consejos para que actúes de manera positiva en los distintos escenarios que pueden presentarse en Noche Buena y Navidad. Así que relájate, la idea es convivir y cenar en familia, repartir obsequios y juntos recordar el Nacimiento de Jesús.
SIN AGOBIARTE
"La actitud es muy importante para no perder el sentido de lo que estamos celebrando. El enfoque principal es compartir un momento especial con la familia. Ésa es la base", señala la coordinadora de eventos Patricia Velarde de Jiménez.
Como anfitrión, eres el único que sabe si te faltó algo en la organización del evento. No tiene caso que te estreses por una información que tus invitados no conocen. Si no lo comentas, probablemente nadie note que las servilletas son de diferente color o que las copas son de distintos tamaños.
Cuando estás agobiado o preocupado, obviamente lo transmites y generas tensión entre los asistentes. En lugar de andar corriendo y tratando de hacer maravillas, ¡disfruta la fiesta!
"Ya no te preocupes, mejor procura pasar un momento agradable con tu familia", sugiere.
LLEGARON LOS COLADOS
No falta que en medio de la cena lleguen invitados no esperados.
No te estreses pensando que ya te arruinaron el acomodo de la mesa o que la cena no será suficiente para todos.
¿Son foráneos? ¿Quizá su familia se ha desunido? ¿La situación económica impidió que en su casa se hiciera una reunión? ¿Su familia no festeja?...
"Recíbelos con una actitud de entusiasmo, no sabes las circunstancias bajo las cuales están llegando a tu casa. Tómalo como un testimonio de convivencia, hazlos sentir bienvenidos. Recíbelos como a José y María", comparte la coordinadora.
'¿Y SI NO ME GUSTA?'
El intercambio de regalos es una tradición en Navidad, pero también lo es el disgusto al momento de recibir o entregar un obsequio que no llena el ojo.
"Cuando recibes un regalo que no te gusta no exageres tus comentarios diciendo cuánto te gustó, las mentiras se ven mal. Sólo agradece a la persona por su detalle", sugiere la consultora de imagen Gladys Guajardo Cantú.
Si tu regalo no le gusta a la persona, no te agobies prometiendo otro obsequio pues harás más evidente la situación.
"Tampoco te sientas mal...
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