?Quiero a mis hijos lejos de la violencia?

Javier Garduño, enviado

MONTERREY, NL., diciembre 9 (EL UNIVERSAL).- Los jóvenes que se involucran en las pandillas en Monterrey viven en barrios de escasos recursos donde conviven y disputan el territorio con otros jóvenes.

Héctor Eduardo Esparza Velazquez, de 22 años, acudió la noche de este jueves a la firma del convenio de paz entre 17 de las 100 pandillas que acordaron poner un alto a la violencia. Está preocupado por que esta por nacer su tercer hijo, vive en la casa de sus padres, ha sido detenido varias veces, probó todo tipo de drogas y ha participado en varias peleas.

?Me dedico a la construcción, gano dos mil a la semana y mi sueño es seguir adelante, estoy casado y quiero sacar adelante a mi familia. Tengo tres años de casado. Un hijo tiene cinco años y el otro, nueve. Fui papá a los 17 años.

?Me metí en las pandillas al salir de mi casa para buscar pareja, en mi casa somos como siete u ocho contando a mi familia. Mi esposa no es de la pandilla, pero yo sí desde que tenía ocho o cinco años. Me gustó, no sé, por las morritas. Ya no quiero estar (en el grupo) porque estoy casado y trabajo, estudié hasta la secundaria y tengo mi certificado. He tenido problemas con las pandillas porque se pelean, de repente me agreden, pero soy bueno para la pelea, me he dado con todos, he tenido más de veinte peleas?, narra.

El padre de familia asegura que muchas veces las peleas son sin motivo, por el simple hecho de caminar por una calle considerada territorio de otra pandilla, hay agresiones que van desde amenazas verbales hasta balas.

?A veces hay balas y ellos piensan que uno anda en la bola...

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