Quieren más iPods y menos revolución

AutorYolanda Martínez

Corresponsal

LA HABANA.- Un iPod, un celular, ropa de marca -así sea pirata- y libertad para hacer y decir lo que piensan son motores que hoy impulsan a una parte creciente de la juventud cubana.

Sus padres, y más aún sus abuelos, la generación que dirige Cuba, tuvieron motivaciones diferentes en su juventud: consolidar la Revolución, estudiar y trabajar por la justicia social en su país.

"Ser rebelde hoy es arriesgarse a llamar las cosas por su nombre. La Revolución cubana se merece una refundación", declaró a REFORMA un universitario.

Los que hoy rondan los 30 nacieron en una Cuba sovietizada y fueron educados en los valores del partido comunista en el poder, pero el desplome de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) marcó su adolescencia con una carestía extrema y mil contradicciones ideológicas.

Desde entonces, muchos jóvenes se han ido "descolgando" del sistema. Miles emigran y entre los que se quedan hay quienes ocupan su tiempo en satisfacer deseos inmediatos.

"Prefiero un iPod con buenas bocinas antes que arreglar las ventanas y el techo de mi cuarto. Si llueve duro ya pondré cubetas", dijo Yadiel Rodríguez.

Usar celular o moverse con éxito por las zonas de moda es prioridad para este sector desencantado, sin ganas de buscar empleo y sin interés intelectual.

El patrón se reproduce en otras ciudades, donde vive casi 80 por ciento de los menores de 35 años.

La suya es una rebeldía pragmática e individualista. Básicamente, reivindican el derecho a ser ellos mismos y a que nadie les imponga qué deben hacer o decir. No obstante, en paralelo, y tal vez en minoría, jóvenes críticos integrados en una elite...

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