Quedarás embrujado

Antes de comprar The Witcher III: Wild Hunt dile adiós a tu novia y despídete de tus amigos, porque una vez que entres en ese mundo de fantasía querrás pasar tanto tiempo en él que será difícil que tus familiares y conocidos te vuelvan a ver.

De verdad, no exagero. Este universo no es sólo gigantesco geográficamente hablando, sino asombrosamente denso en cuanto a las cosas que puedes hacer en él. Por lo que tendrán que pasar decenas de horas frente a la pantalla antes de que puedas ver los créditos.

Geralt de Rivia, nuestro personaje, es un hombre muy ocupado. Como Brujo, no sólo tiene que salvar el día completando las misiones de la aventura principal sino que en sus viajes se encontrará con una buena cantidad de personajes que le pedirán ayuda en tareas sencillas o lo contratarán para dar caza a algún monstruo.

A diferencia de otros títulos de mundo abierto, estas misiones secundarias que vas encontrando no están ahí de relleno. Cada una es única de alguna manera.

En cada valle, bosque, aldea o ciudad del enorme mapa hallarás infinidad de puntos de interés: en algunos habrá tesoros escondidos; en otros, guaridas de monstruos que tendrás que destruir.

Ahora que si quieres darte un respiro de la aventura también puedes participar en carreras de caballos o en peleas a puño limpio, jugar a las cartas o tener sexo arriba de un unicornio... Espera... ¿Qué?

Todo esta variedad de personajes, lugares y situaciones ayuda a que el mundo en que te mueves se sienta más vivo y por lo tanto evita que...

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