Quedan olvidados tras euforia navideña

AutorAideé Molina

Los colores rojo, verde y blanco que ambientaron la Navidad en la ciudad se han difuminado para darle paso a la pinta cotidiana; sin embargo, todavía en algunos sitios estos colores persisten casi a la víspera del 2002.

Y es que pinos y objetos explotados por la euforia navideña hasta hace unos días continúan haciendo presencia, ya que a muchos de ellos no se les encontró un dueño.

En la Feria del Pino, ubicada en un terreno aledaño al cruce de la Avenida Eugenio Garza Sada y Pedro Martínez, más de 50 frondosos, verdes y olorosos pinos afloran un sentimiento de tristeza a quienes transitan, misma nostalgia que guardan sus vendedores.

"Es una pérdida, póngales una ganancia de 20 pesos a cada pino que quedó, serán unos 400 pesos perdidos, pero es más pérdida para el distribuidor", dice Fidencio, miembro de la familia García Torres, quien tradicionalmente vende artículos navideños desde hace 30 años.

García Torres, quien con sus padres y un hermano instalaron su venta desde hace 10 años en esta localidad, señala que un pedido retrasado de 600 pinos fue el que no alcanzó a colocarse.

Mientras desmonta su local, Fidencio ya sólo espera la presencia del distribuidor de los pinos, quien recogerá los arbolitos, los cuales alguna vez llegaron a costar hasta 300 pesos y que terminaron por rematarse a 100 pesos.

Enfrente, otro hombre también empieza a recoger su local en el que vendió nochebuenas, algunas de las sobrantes ya hasta perdieron el color rojo de sus hojas.

A los aproximadamente 18 pinos que les quedaron a los García Torres se les unen decenas en otros puestos, como los de don Arnulfo, quien tiene algunos sin desempacar y que al pasar aromatizan el recorrido.

En otro, una mujer de avanzada edad saca una silla al sol para calentarse un poco mientras espera con los estantes repletos de figuras de Niños, Marías, Josés, ángeles, pastores y vacas, que muestran la poca salida de estos artículos desde que esta feria se instaló el 20 de noviembre.

Apilados el musgo y el paistle. Los costales que los guardan tendrán el mismo futuro de los pinitos que...

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