Quedan al margen

AutorIván Sosa

Durante 20 años, activistas gestionaron el rescate de Canal Nacional, pero cuando las obras de una primera etapa se llevaron a cabo, se sintieron desplazados.

"Sin la participación de los vecinos y centralizado el manejo del Canal en el Gobierno, no habrá ninguna restauración de largo plazo", indica Alejandro de la Vega, fundador del Club de Patos, una de las primeras organizaciones que reclamó el rescate del cuerpo de agua de 8.5 kilómetros.

Con jornadas de limpieza, integrantes de diversidad de asociaciones demandaron que las aguas tratadas fueran de buena calidad, cuenta la activista Dora Zapata.

"Después de mucho pelear, este Gobierno hizo un proyecto de recuperación con el Sistema de Aguas de Ciudad de México (Sacmex), pero le quitaron la naturaleza, lo biológico, y pusieron flores y vegetación que no va a durar", asegura.

Canal Nacional dejó de ser un cauce natural que transportaba las aguas de los canales de Xochimilco hacia el Canal de la Viga y fue absorbido por la urbanización de las alcaldías Coyoacán e Iztapalapa para volverse un ducto de drenaje, explica un estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

"Como resultado del abandono por parte de las autoridades, el Canal Nacional se convirtió en un riesgo para la salud pública y habitantes cercanos realizaron diferentes actividades en pos del mantenimiento", indica el estudio.

Hoy día, es el único cuerpo de agua no entubado de la CDMX y alcanza alrededor de 8 kilómetros.

De acuerdo con De la Vega y Zapata, el ímpetu vecinal por rescatarlo se reflejó en el surgimiento de varias asociaciones, pero en cuanto el Gobierno definió un proyecto y contrató empresas para las obras de la primera etapa, los colonos fueron relegados.

Zapata reconoce que las divergencias entre organizaciones tampoco contribuyó a interactuar con las autoridades para acordar un proyecto.

Con la primera etapa fue convertido en un parque lineal de 1.7 kilómetros, con andadores, jardineras y un sistema de recirculación, con bombas movilizadas por energía solar, para evitar el estancamiento y descomposición del agua, a su vez causante de fauna nociva.

"El mantenimiento está a cargo ahora de la empresa constructora, pero cuando se vayan, los vecinos deberíamos estar involucrados", lamenta De la Vega.

La segunda etapa del proyecto de recuperación involucra un tramo mayor. Se trata de 4 kilómetros, la mayor parte de los cuales son utilizados por los vecinos como estacionamiento. Se intentó transformar un...

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