Quedan al filo del precipicio

MONTERREY.- Mientras Jorge Vergara celebra y goza de su boda en La India, al Superlíder Chivas anoche le dieron la peor humillación del 2008.

Combinado con un polémico trabajo del árbitro Francisco Chacón, el Monterrey vino de atrás para golear 4-1 al Guadalajara, dejando a los tapatíos al borde de la eliminación.

Ramón Morales había puesto al frente a su equipo desde el minuto 7 por la vía del penal, después de que Omar Bravo fue derribado dentro del área por el portero Jonathan Orozco.

Sin embargo, la tarjeta roja para el capitán del Rebaño al 37', por una aparente patada sobre el rostro de Luis Pérez, cambió el rumbo total del encuentro.

Tres goles de Jared Borgetti y uno más del chileno Humberto Suazo sentenciaron el violento castigo sobre los visitantes, que al final se quedaron con 9 hombres sobre el terreno.

Vestidos de blanco y verde limón, mismo uniforme que las Chivas portaban en las dos únicas derrotas que tuvieron en el torneo regular -ante Necaxa y Monterrey-, anoche sólo vieron como gol tras gol en contra se derrumbaba su etiqueta de favoritos para el título.

En el arranque del juego parecía salirle todo a pedir de boca al equipo de Efraín Flores, quienes con el 1-0 a su favor, más la desesperación de los Rayados, poco a poco se apoderaban del control del juego.

Hasta que vino la polémica disputa del balón entre Ramoncito y Luisito, ambos caídos en el césped, el primero estiró la pierna derecha atinando con la punta del zapato en la barba del volante de Rayados. Chacón no se la pensó y botó a Morales.

Cuestionado durante el torneo por sus pocas variantes, ayer Efraín vivió una experiencia...

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