Se quedan cortas buenas intenciones

Las más prestigiadas universidades mexiquenses se han quedado cortas en la edificación de instalaciones apropiadas para sus alumnos, profesores y empleados con discapacidades físicas.

"Hacen rampas con buenas intenciones, pero desconocen las necesidades reales y las hacen mal", afirmó el profesor Alejandro Cornejo López, director de la carrera de Diseño Gráfico en la ENEP Acatlán, quien es parapléjico y se traslada diariamente por rampas inadecuadas en su lugar de trabajo.

Ese campus de la Universidad Nacional Autónoma de México ubicado en Naucalpan cuenta con un sistema de rampas que comunica a todas las plantas bajas de la institución, pero muchas se encuentran deterioradas o fueron hechas con inclinaciones que resultan disfuncionales.

El caso de la Universidad Autónoma del Estado de México no es mejor: 10 edificios, entre facultades y organismos académicos, carecen de accesos para personas en sillas de ruedas.

Algunas zonas ubicadas dentro de la Ciudad Universitaria ubicada en Toluca, como la Facultad de Turismo, la Torre Académica y la cabeza de Adolfo López Mateos, son prácticamente inaccesibles para las personas discapacitadas, pues están en la punta del Cerro de Coatepec.

Sólo el Museo Leopoldo Flores, el Centro de Lenguas y la Facultad de Ciencias Políticas cuentan con rampas especiales; de hecho, en esta última se gestionaron las adecuaciones gracias a la iniciativa de los alumnos y sus consejeros estudiantiles, no como un plan de la institución.

Las instituciones particulares tampoco destacan por su preocupación por este tema.

El campus Estado de México del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, que está ubicado en Atizapán, cuenta sólo con las condiciones básicas y dispone que sus alumnos minusválidos siempre asistan a clases en la planta baja.

A esta institución asisten tres alumnos en silla de ruedas pero, según Adrián Moreno, jefe de mantenimiento y responsable de los proyectos para discapacitados, pagan por materias y no por servicios.

"A lo mejor es verdad que nosotros no tenemos todo, pero estamos abiertos a sugerencias para mejorar y si nos llega una petición de rampa o de cualquier otra necesidad, le damos seguimiento y lo llevamos a cabo", dijo.

La Universidad Anáhuac del Norte, que tiene en su matrícula a una alumna en silla de ruedas, está habilitada con una red de rampas que conecta a todos los edificios, aunque ésta fue instalada para transportar maquinaria.

Karla Campuzano, directora de medios de...

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