Purgan en el teatro pecados con amor

AutorMinerva Hernández

¿Realmente es suficiente el amor para perdonarlo todo? Esa es la interrogante que se plantean Edith González y Julio Bracho en la obra Purgatorio, pero, en la búsqueda de la respuesta, ambos tendrán que enfrentar sus miedos, rencores y sufrimientos antes de tomar una decisión.

"Es un texto inteligente, profundo, que invita a la reflexión. Cuestiona para qué nos sirven la vida, el amor, y para qué nos alcanzan; qué podemos hacer por amor o en nombre de éste", comenta Edith sobre la puesta, que se estrena el 23 de marzo en el Teatro Libanés.

La obra es original de Ariel Dorfman, escritor nacido en Argentina, criado en Chile y residente en Estados Unidos, quien también también escribió La Muerte y la Doncella, historia llevada al cine por Roman Polanski.

En Purgatorio, el dramaturgo se centra en Él y Ella (personajes sin nombre), una pareja que tras vivir una apasionada e intensa relación, cae en un estado parecido al infierno, en donde descubrirá que cuando algo falla, no es sólo uno el que debe ofrecer disculpas.

"Este hombre tiene que ayudar al amor de su vida a enfrentar un crimen que ella cometió. Él traiciona el amor, a raíz de un acto que comete y que detona en ella toda esta locura que ahora tiene que ayudar a sanar.

"Pero en ese proceso se revelan el orgullo, el ego y la culpa de cada uno", explica Bracho en un descanso de los ensayos.

Dirigida por Salvador Garcini, Purgatorio se presenta por primera vez en México, tras haber tenido una exitosa temporada el año pasado en España, en donde estuvo protagonizada por el actor Viggo...

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