Puntos y Contrapuntos / Oda a la impudicia

AutorPedro Mellado

Hay quienes celebran, con impúdico regocijo, que el mundo esté lleno de tramposos y sinvergüenzas, porque así es más fácil aprovecharse de los demás y cometer abusos.

Hay muchos que observan complacidos que las instituciones públicas y el gobierno en general se estén pudriendo, porque así es más fácil hacer trampa.

Hay quienes asumen con beneplácito que la corrupción y el cinismo lubriquen las peores expresiones de jueces y Magistrados, de perfiles ambiciosos y espíritus frágiles, dispuestos a torcer y a hacerle trampas a la justicia, porque así es más fácil ponerles precio.

Hay quienes buscan afanosamente, sin pudor y sin recato, algún resquicio en la ley, para burlar a la justicia y justificar sus abusos y trapacerías.

Hay muchos presuntos servidores públicos y empresarios de dudosa reputación que, coludidos, viven alejados del pudor y del recato.

Y lo más grave es que en un mundo donde los imperativos éticos han sucumbido ante la infamia y la vileza, son considerados exitosos los sinvergüenzas y los tramposos. Y aún más grave es que haya quienes los admiren, los envidien, los endiosen y hasta les rindan culto.

Con mucha energía y firmeza, la sociedad tendrá que exigirles a los diputados coordinadores de la 61 Legislatura, que entrará en funciones el próximo domingo 1 de noviembre, que una de sus primerísimas y más trascendentes tareas sea revisar a fondo y en detalle el andamiaje jurídico que regula el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR