Puntos... y Contrapuntos... / Otra mirada

AutorPedro Mellado

Aunque parecieran a destiempo y no exentas de implicaciones políticas, derivadas del distanciamiento institucional que existe entre la Universidad de Guadalajara y el Gobierno del Estado, las objeciones formuladas por la máxima casa de estudios de Jalisco al proyecto de la Presa de Arcediano sobre el Río Santiago, no deberían ser desestimadas por la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento, CEAS.

Advierte la UdeG que en las condiciones actuales, como está planteada, la construcción de la presa no es viable, porque no existen elementos convincentes desde el punto de vista técnico, económico y ecológico y porque no están claras las razones por las cuales se descartó el sitio conocido como Loma Larga, sobre el Río Verde, que parece tener mejores condiciones para el desarrollo del proyecto.

Aunque el pronunciamiento de la UdeG, el pasado martes 1 de junio, fue avalado por el Rector General, José Trinidad Padilla López; por el vicerrector ejecutivo, Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla; y por el secretario general, Carlos Jorge Briseño Torres, está latente la referencia de que hace poco más de un año, la posición de la institución con respecto al proyecto de Arcediano era diametralmente opuesta.

El miércoles 22 de mayo del 2003, la UdeG avaló el proyecto de la Presa de Arcediano para abastecer de agua a la zona metropolitana, aunque hizo una serie de recomendaciones enfocadas al saneamiento de los ríos.

"El sitio de Arcediano es el mejor de los sitios estudiados posibles para resolver en el mediano plazo el problema de abastecimiento de agua a la zona conurbada de Guadalajara", dijo Ricardo Gutiérrez Padilla, el entonces vicerrector de la UdeG.

"La Universidad de Guadalajara se pronuncia en la mejor disposición, en la mejor actitud de colaborar con el Gobierno del Estado, el Gobierno federal y otras instancias que han intervenido".

También habló Héctor Salgado Rodríguez, entonces Rector del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías, quien propuso que el Gobierno y la Universidad debían realizar análisis de la calidad del agua y del lecho de los ríos Verde, Zula y Santiago, donde se sospecha que hay metales pesados.

El académico sugirió controlar los jugos generados por la basura del tiradero de Matatlán para que no siguieran contaminando el Río Santiago y además propuso que las industrias instaladas en las cuencas de los ríos Verde y Santiago deberían someterse a un estricto control y tratamiento de sus aguas residuales.

Es indudable que...

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