Puntos... y Contrapuntos... / Gran hombre

AutorPedro Mellado

Mientras que aún en nuestros días hay quienes sueñan con la revancha y la venganza, y avivan con sal y vinagre las dolorosas heridas de una Guerra Cristera que nunca se han resignado a perder, hace siete décadas, en una etapa marcada por los resentimientos y la desconfianza, él se guió por la prudencia, la sensatez y la reconciliación cristiana, como un pastor bondadoso que sanó el corazón de sus fieles con el generoso bálsamo del perdón.

Mientras todavía en nuestros días hay quienes se han convertido en factor de discordia y de mortificación hasta para sus propios fieles, pontificando en razón de proyectos que parecen orientados por la soberbia y el resentimiento, a mediados del siglo pasado él aportó sus esfuerzos y sus desvelos para la construcción de un futuro venturoso que durante más de cuatro décadas unió a Jalisco, reconcilió a sus hijos y los alejó del fuego de la discordia.

Mientras que todavía en nuestros días hay quienes sueñan con el oropel y la gloria, y confunden el reino de Dios con las vanidades y la vulgar temporalidad, él fue un pastor sencillo, discreto, fervoroso practicante y creyente de la modesta caridad, respetado y querido por su humildad cristiana.

Mientras en este momento hay quienes arremeten con brío sobre los tambores de guerra en nombre de causas presuntamente piadosas, cristianas y santas, el simple conjuro de su recuerdo fue una buena razón para reunir a casi millar y medio de tapatíos y avecinados, la mayoría católicos convencidos y fervorosos practicantes, que rechazan el rumor de la discordia y no admiten la fatalidad de que la recapitulación de la historia tenga algo que ver con la revancha y la venganza.

Fue, por su tono y sus significados, el homenaje a un pastor que fiel a sus convicciones católicas y cristianas, sembró, sumó y unió; fue una bofetada con guante blanco a una corriente minoritaria, de una envalentonada y exacerbada ultraderecha, que está convencida de que con el PAN ha tomado el poder y puede, por derecho casi divino, imponer desde el Gobierno y desde otros poderes que confunden lo celestial con lo terrenal, su muy particular forma de concebir el mundo.

"Amanecer después de las tempestades. Obra y trascendencia del Cardenal José Garibi Rivera 1889-1972", escrito por el abogado José de Jesús Covarrubias Dueñas, fue el pretexto para que se congregara una parte muy amplia de la sociedad y de los políticos tapatíos el pasado miércoles 23 de junio, en el Club de Industriales, en una...

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