Puntos y Contrapuntos / Dimensión ética

AutorPedro Mellado

Por sí mismos, el poder y el dinero no consuelan lo suficiente, en el camino hacia la posteridad que todos los seres humanos pretenden moldear, para dejar un testimonio perenne de su nombre.

Por eso siempre se cumple de manera inexorable una regla: cuando llegan a viejos, hasta los más despreciables canallas y sinvergüenzas quieren ser recordados como personas honorables y decentes.

El inexorable paso del tiempo pone a todos los actores públicos en su lugar. Un lugar que si algunos de ellos pudieran imaginarlo, desde ahora, probablemente les horrorizaría, porque algún día tendrán que rendir cuentas a sus familias y a sus conciencias.

La mayoría de los servidores públicos nunca reflexionan sobre el futuro y se entregan a los placeres, los desenfrenos y la corrupción de los días frenéticos en los que disfrutan de esas pequeñas cuotas de poder, tan ilusorias como fugaces.

En las últimas dos décadas, varias de las más importantes decisiones del Congreso de Jalisco han estado determinadas por la mezquindad y la miserable visión de sus principales actores, que han diseñado instituciones que de origen han nacido podridas o se han enfermado de gravedad en los cortos plazos, en los que han sido objeto de los apetitos insanos de quienes las consideran parte de su más preciado botín.

Así sucedió -entre...

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