Con punto de acuerdo, para exhortar a la Semarnat a incluir en su Programa Anual de Trabajo para 2023 temas relacionados con los límites máximos permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales a los sistemas de alcantarillado urbano o municipal, a cargo del diputado Héctor Israel Castillo Olivares, del Grupo Parlamentario del PAN

Fecha de publicación06 Septiembre 2022
Número de Gaceta XXV - 6105
SecciónProposiciones

Con punto de acuerdo, para exhortar a la Semarnat a incluir en su Programa Anual de Trabajo para 2023 temas relacionados con los límites máximos permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales a los sistemas de alcantarillado urbano o municipal, a cargo del diputado Héctor Israel Castillo Olivares, del Grupo Parlamentario del PAN

Héctor Israel Castillo Olivares, diputado federal integrante del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional en la LXV Legislatura, con fundamento en lo dispuesto en los artículos 6, fracción I, 62, 76, fracción IV, y 79 del Reglamento de la Cámara de Diputados, somete a consideración de esta soberanía la siguiente proposición con punto de acuerdo, al tenor de las siguientes

Consideraciones

La ausencia de la gestión integral de las aguas residuales en México y sus efectos devastadores en términos de calidad del agua, salud pública e integridad de nuestros ecosistemas dulceacuícolas y marinos, ha sido reconocida como una problemática compleja y prevaleciente en la que las alternativas de solución eficaz han sido pospuestas por décadas.

De acuerdo con el glosario de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), las aguas residuales se definen como las aguas de composición variada provenientes de las descargas de usos público urbano, doméstico, industrial, comercial, de servicios, agrícola, pecuario, de las plantas de tratamiento y en general, de cualquier uso, así como la mezcla de ellas.1

Las descargas de aguas residuales se clasifican en municipales y no municipales. Las municipales son generadas por la población y colectadas en los sistemas de alcantarillado urbanos y rurales. Las no municipales son generadas por otros usos, como la industria autoabastecida, la agricultura y la ganadería; éstas descargan directamente a los cuerpos de agua nacionales sin ser colectadas por sistemas de alcantarillado. Lo anterior, en términos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).2

Esta problemática no es exclusiva de nuestro país, ya que el tratamiento de aguas residuales, se traduce en una crisis mundial debido a que realmente no sabemos cuántos desechos arrojamos a las aguas de la Tierra ni el verdadero impacto de ello. Los cálculos más aproximados del total liberado al medio ambiente sin tratamiento, hasta el 2017, rondaban el 80 por ciento, según los hallazgos de un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Un cálculo reciente reduce esta cifra al 48 por ciento, lo que puede demostrar un progreso, pero esa cifra también es especulativa.3

En este contexto, el Consejo Consultivo del Agua, A.C., -organismo ciudadano, sin fines de lucro, plural e independiente que permite la participación de diferentes organizaciones, empresas e instituciones educativas en torno a la problemática del agua en México- ha revelado datos de impacto significativo sobre la situación del agua en nuestro país, en los términos siguientes

“En México, la distribución geográfica del agua no coincide con la distribución geográfica de la población . El volumen de agua renovable promedio en el país per cápita es de 4,028 metros cúbicos por habitante por año.

Sin embargo, existen diferencias sustanciales entre el Sureste y el Norte del territorio; se observan áreas con gran escasez de agua y regiones con frecuentes eventos hidrometeorológicos que significan costosas inundaciones y afectación de asentamientos humanos e infraestructura.

En la zona Centro–Norte del país se concentra 27 por ciento de la población, se genera 79 por ciento del PIB y se cuenta con sólo 32 por ciento del agua renovable ; en cambio, en la zona sur donde existe el 68 por ciento del agua el país, se asienta sólo 23 por ciento de la población y se genera 21 por ciento del PIB.

La mala calidad del agua superficial limita su aprovechamiento , en términos de DBO (Demanda biológica de oxígeno):

• 22.7 por ciento del agua superficial se encuentra contaminada o fuertemente contaminada.

• 33.2 por ciento del agua superficial tiene calidad aceptable.

• 44.1 por ciento del agua superficial observa calidad buena y excelente.

El sector agropecuario...

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