Pulso Económico/ Las metas del sexenio pasado

AutorJonathan Heath

Después de haber superado la parte más difícil de la crisis de 1995, el Gobierno de Ernesto Zedillo elaboró el Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo 1997-2000 (Pronafide), que contenía las metas del desempeño económico para los últimos 3 años del sexenio. ¿Se cumplieron?

El Pronafide fue preparado a principios de 1997 y presentado el 3 de junio de ese año. El documento no solamente fue un esfuerzo para exponer cómo se iba a financiar el desarrollo de nuestro país, sino además un mensaje muy importante a la nación de que ya se había superado lo peor de la crisis y que a partir de ese momento se tenía que pensar en el mediano plazo. Reconocía explícitamente que uno de los problemas fundamentales del país son las crisis recurrentes y ponía como uno de los objetivos centrales llegar al final del sexenio en buenas condiciones, sin desequilibrios desastrosos. Con este fin, se plantearon metas y objetivos, tanto cualitativas como cuantitativas, para los 3 años. Ya terminado el sexenio, es buen momento para evaluar los esfuerzos y cotejar las metas contra los resultados.

Lo primero que queda evidente es que no se previó el dinamismo de la actividad económica de Estados Unidos. Mientras que el Pronafide asumía un crecimiento promedio de 2.3 por ciento entre 1997 y 2000, la economía norteamericana creció a una tasa de 4.6 por ciento anual, exactamente lo doble de lo previsto. Aunque esto resultó en un mayor crecimiento de nuestras exportaciones, que el Pronafide asumió sería 10.8 por ciento promedio anual, el aumento no fue tan notable como se hubiera esperado ante tal dinamismo, ya que creció 13.2 por ciento. La razón es que mientras el Pronafide suponía una asombrosa elasticidad de nuestras exportaciones con respecto a la economía de Estados Unidos, de 4.7 veces, resultó de apenas 2.9. El Gobierno estimaba que nuestras exportaciones no petroleras llegarían a rebasar 140 mil millones de dólares en 2000. Esta estimación se va a cumplir pero con el doble de crecimiento en el exterior.

La mayor actividad exportadora y un entorno externo muy favorable ayudó a que nuestra economía creciera más de lo previsto y, por lo mismo, tuvimos más importaciones. El Pronafide estableció un promedio de 5.0 por ciento de crecimiento del PIB y una tasa promedio de 12.8 por ciento de las importaciones. Esto implicaba una elasticidad ingreso-importaciones de 2.6 veces. Sin embargo, nuestra economía creció 5.6 por ciento promedio entre 1997 y 2000, mientras...

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