Pulso Económico/ El Informe y la opinión pública

AutorJonathan Heath

El domingo pasado, escuché con interés el segundo Informe de Gobierno del Presidente Fox, como lo he hecho con los 28 informes anteriores. En términos generales, me gustó y dejó satisfechas mis expectativas. Sin embargo, admito que siempre me han gustado los informes de Gobierno y rara vez he quedado desilusionado. Pero para esto es importante reconocer que los tiempos han cambiado.

Si fuera a escuchar hoy un Informe al estilo de Luis Echeverría, seguramente no me gustaría. Se me haría exageradamente pesado y un recuento innecesario de demasiado detalles. Sin embargo, en su momento me gustó la explicación más exhaustiva, posiblemente porque no teníamos el mismo acceso a la información que tenemos ahora.

De igual forma, me hubiera desilusionado escuchar un Informe como lo dio Fox si estuviéramos en el sexenio de López Portillo. En ese momento esperaba anuncios sorpresivos, retórica impresionante y palabras respaldadas con lágrimas al referirse a la pobreza.

¿Qué esperaba del Informe de Fox? Exactamente lo que fue. Resaltó los logros, enfatizó lo positivo, respaldó los hechos con cifras y admitió de pasada que no ha cumplido todas sus metas. Puso de relieve el marco democrático y el equilibrio de poderes. Destacó los cambios. Habló de la recuperación y la estabilidad económica. No mencionó el proyecto fracasado del aeropuerto alterno, ni retomó temas añejos como Chiapas. No es que tuviera una lista de temas que quisiera que el Presidente abordara y otra de los que no quería oír. Más bien, sabía que no podía hablar de todo y que seguramente escogería lo que juzgara conveniente.

El hecho de que me haya gustado, no significa que comparto al 100 por ciento sus puntos de vista. Nunca he esperado un Informe que presentara un diagnóstico fiel a mis opiniones. Pero yo sé lo que pienso. Escucho el Informe para saber qué piensa el Presidente, no para ver si piensa igual que yo. El Gobierno realiza miles de acciones diarias, de las cuales es imposible conocer los detalles. Por lo mismo, agradezco el resumen de lo que se considera lo más pertinente. Además, los anexos son obligatorios para mi biblioteca.

Siempre me han llamado la atención los comentarios de los políticos y los analistas al día siguiente. De antemano sabemos bien cuáles son sus opiniones. Todos los del partido del Presidente van a decir que fue un discurso bien balanceado, objetivo y ubicado en la realidad. Los que se sienten de oposición van a opinar que fue retórico, que no abarca los...

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