Pulso Económico / La opinión empresarial
| Autor | Jonathan Heath |
Prácticamente todos los indicadores económicos de nuestro país son construidos por el INEGI, el Banco de México o la Secretaría de Hacienda. No hace mucho tiempo, las estadísticas de frecuencia mensual eran escasas y no muy confiables. Sin embargo, en los últimos 10 años estas instituciones han aumentado y mejorado las estadísticas, facilitando así el análisis debido y oportuno de la economía. Inclusive ha aumentado la transparencia metodológica y conceptual de esta información, lo que ha incrementado la credibilidad y confianza en los datos.
Por ejemplo, el Banco Central construye el Indice Nacional de Precios al Consumidor desde hace mucho tiempo. Sin embargo, en una época muchas personas no confiaban en su veracidad y lo cuestionaban muy a menudo. La desconfianza fue tan extendida, que una empresa del sector privado, Consultores Internacionales, empezó a levantar su propio índice de precios. Cuando se envió la iniciativa constitucional al Poder Legislativo para otorgarle la autonomía al banco de méxico, la exposición de motivos decía que no resultaría procedente que esta estadística continuara a cargo del instituto central y que sería encomendada al INEGI. Sin embargo, el banco central impulsó una mayor transparencia y comunicación para mejorar su imagen y posteriormente obtuvo la certificación del sistema de aseguramiento de la calidad ISO-9001. Ahora no solamente publica el índice y las tasas de inflación, sino que se dan a conocer las ponderaciones, la metodología en detalle y todo lo relacionado con su construcción.
A mediados de los 80, el INEGI se dedicaba casi exclusivamente a elaborar las estadísticas de Cuentas Nacionales y otros datos de frecuencia anual. No fue hasta principios de los 90 que empezó a divulgar el PIB trimestral. Si uno entra a la página del INEGI para consultar la base de datos económicos, encontrará que la mayoría de las series mensuales empiezan a partir de 1993. Muchas estadísticas que son de uso intensivo en otros países, como el índice de inversión fija bruta, los índices compuestos adelantados o el índice global de actividad económica, tienen muy pocos años.
Ha sido loable el esfuerzo por mejorar la cantidad y calidad de las estadísticas mexicanas. Sin embargo, faltan muchas muy importantes y esenciales para el buen análisis del país. Por ejemplo, hace más de tres años el INEGI prometió que pronto saldrían al público índices nuevos de pedidos manufactureros y de inventarios, que hasta la fecha no hemos...
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