Pulso Económico / Las mediciones del desempleo

AutorJonathan Heath

La tasa de desempleo en México no tiene mucha credibilidad, ya que se considera que su nivel es demasiado bajo. La tasa de junio, de 3.2 por ciento, es justo la mitad de la de Estados Unidos.

Hay consenso de que México vive una crisis de empleo. Sin embargo, el nivel de la tasa de desempleo está por debajo de la de Estados Unidos en sus mejores tiempos de expansión económica. La razón principal es que se utiliza una definición muy estrecha de desempleo, que únicamente considera el desempleo total de las personas: si uno trabaja apenas una hora en la semana, ya no se le considera desempleado. Dado que la mayoría no tiene un patrimonio mínimo para sostenerlos cuando pierden su trabajo, esta definición resulta demasiado estricta para nuestro País. Por lo mismo, parece que esta definición no capta la problemática específica de México.

Una solución es no fijarnos en el nivel de la tasa, sino en su tendencia calculada a través de un promedio móvil (o alguna técnica más sofisticada). En otras ocasiones hemos comentado que ésta refleja muy bien el ciclo económico actual. Esto significa que si aumenta, realmente tenemos mayor desempleo, e igual si disminuye, refleja una mejoría en el mercado laboral. El promedio móvil ayuda a minimizar la variación que tiene de un mes a otro, que por una razón u otra, puede ser exagerada.

Aun así, esta solución no es del agrado de muchos, que prefieren una medida que no solamente les marque bien la tendencia, sino que además refleje un nivel realista. Para esto, el INEGI calcula varias definiciones más amplias, que incluyen consideraciones que no son recomendadas específicamente por la ONU o por la OIT, pero que ayudan a acercarse a una tasa más apegada a nuestra realidad.

Por ejemplo, una de las críticas principales es que el criterio de una hora a la semana es demasiado rígido. Para esto, el INEGI nos da varias definiciones ampliadas para incluir a los que trabajan por lo menos una hora, sin que lleguen a una jornada completa. Si consideramos a todos los que trabajan menos de una jornada completa como desempleados "encubiertos" (lo que el INEGI llama "tasa de ocupación parcial y desocupación"), la tasa se amplía de 3.2 a 6.5 por ciento si incluimos a los trabajan menos de 14 horas, y hasta 17.7 por ciento si nos extendemos hasta los de menos de 35 horas a la semana. Sin embargo, tampoco es una medida realista, ya que puede ser que los que trabajan menos horas a la semana, es por que así lo quieren.

Por lo mismo...

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