Pulso Económico/ La comunicación del programa monetario

AutorJonathan Heath

Los comentarios publicados en los medios de comunicación, revelan que la mayoría de los analistas realmente no leyeron el Programa de Política Monetaria para el 2000, pero de todos modos emiten su opinión.

Por más esfuerzo que realiza el Banco de México para explicar a detalle el funcionamiento de su política monetaria y los diversos acontecimientos ocurridos el año pasado, muchos analistas han expresado opiniones sin sentido. El documento de 71 páginas es aburrido para la mayoría. Sin embargo, en lo que cabe, las autoridades monetarias han puesto mucho empeño en explicarlo bien, especialmente las partes más difíciles. No hay duda de que son muy pocos los que realmente lo leen a conciencia y buscan entenderlo a fondo.

En el Banco de México existen dos escuelas de pensamiento sobre el papel de la comunicación. La primera, la que dominaba hasta hace poco, era la de Miguel Mancera, que emana de su mala experiencia con los medios de comunicación. Algunas veces, funcionarios del Banco de México habían expresado opiniones que fueron mal interpretadas por la prensa. Por ello, nunca se hacían comentarios se pronunciaba un discurso sin que éste se entregara por escrito. Para evitar los malos entendidos, se prefería no emitir demasiada información más que la estrictamente necesaria. Inclusive, se dividía el público usuario en dos categorías a las que muchas veces se daban diferentes niveles de explicación. La primera, que se estimaba no entendía bien los detalles técnicos y la otra, que tenía mayor capacidad para digerir los argumentos.

La segunda escuela es la que ha empezado a dominar con la llegada de Guillermo Ortiz al Banco, pero cuyo origen está en la crisis de 1994-95. Dado que muchos analistas extranjeros se quejaron antes de la devaluación del peso de la falta de comunicación parte de la condicionalidad del paquete de ayuda financiera que provino de Estados Unidos y del FMI fue precisamente una mayor apertura de información. A partir de 1995, el Banco de México provee datos diarios, semanales y mensuales de los que simplemente no disponíamos anteriormente.

Sin embargo, en los primeros años esta información parecía que se daba por obligación y no por convencimiento. No es hasta la llegada de Guillermo Ortiz que se empieza a notar un cambio cualitativo en el esfuerzo por comunicar los detalles, por más técnicos que fueran. Hoy difícilmente se puede uno quejar de una falta de acceso a la información.

La primera escuela busca cuidar la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR