La pulcata más cínica

A los parroquianos de Pulques don Julián nos les importa que los cachen en pleno chupe al aire libre.

Alojado debajo de un puente en la Avenida Aquiles Serdán, en la Delegación Miguel Hidalgo, el negocio de don Julián ha prosperado por más de 36 años, aun sin contar con techo, paredes o una puerta.

Originalmente el changarro fue inaugurado por sus suegros hace cincuenta años.

"Entré en esto como a los 22 años, estaba yo recién casado y como no había trabajo, pues me dijeron que viniera a vender el pulque", contó.

Cada litro de pulque se vende en 20 pesos y tiene ya una clientela cautiva que va de entre 20 y 60 amantes de la bebida al día.

El secreto para que su producto sea preferido, dijo, es nada. "No le quito nada ni le pongo nada, lo fermento con pura agua miel que le voy echando poco a poco hasta que se convierte en pulque", aseguró.

El pulquero afirma que obtener pulque, del maguey al vaso, puede llevar un proceso que dura entre uno y dos años.

No hay fórmulas oscuras como aquella historia de que usan estiércol para fermentarlo más rápido.

"Eso sería una marranada (echarle estiércol). Ese fue un rumor que inventaron los de las cervecerías para que el pulque se dejara de vender", agregó.

Él no extrae la bebida del maguey, pero sí trae el aguamiel desde el Huixquilucan, Estado de México, y lo alista para la fermentación.

El vendedor asegura que todo tipo de personas tienen gusto por su forma de preparar la bebida y que sólo a los primerizos les duele, a veces, el estómago.

"Viene de todo, abogados, trabajadores y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR