La puerta falsa / VÃctima de la guerra
| Autor | Guadalupe Loaeza |
Curiosamente, Stefan Zweig (1881-1942), uno de los grandes escritores austriacos del siglo 20 y famoso por sus apasionantes biografías, no ha tenido la suerte de inspirar una gran biografía como las que solía escribir. Durante muchos años cayó en un relativo olvido, el cual impidió que se reeditaran sus vidas de personajes históricos y sus novelas; sin embargo, desde hace poco tiempo, este estupendo autor ha sido rescatado por varias editoriales. Pero cedamos la palabra al propio Zweig para saber acerca de sus orígenes: "Nací en 1881, en un grande y poderoso imperio, en la monarquía de los Habsburgo, pero no se la busque en los mapas: ha sido borrada sin dejar rastro. Me he educado en Viena, la dos veces milenaria metrópoli supernacional, y he tenido que abandonarla como un criminal antes de que la degradaran a la condición de ciudad de provincia alemana. Mi obra literaria ha sido reducida a cenizas en el idioma en que fue escrita, en ese mismo país donde mis libros conquistaron la amistad de millones de lectores. Es así que ya no pertenezco a ninguna parte, que soy extraño y a lo sumo, huésped, doquiera. También perdí la patria verdadera, la elegida por mi corazón, Europa, desde que por segunda vez se desgarró en una guerra fratricida".
Con estas palabras comienza Zweig su autobiografía El mundo de ayer (Claridad, 1947). Sin duda, son palabras dramáticas; hablan de un autor que tuvo que abandonar fama, prestigio y patria durante la Segunda Guerra para vivir desesperanzado, pues temía que Hitler obtuviera la victoria final. No hay que olvidar que Zweig huía de Europa a causa de su condición de judío. A pesar de todo, su última etapa fue relativamente tranquila; descubrió que en América era tan admirado que podía vivir rodeado del afecto de muchos amigos, lectores y admiradores.
En El mundo de ayer, publicado póstumamente, en 1942, el autor nacido en Viena afirmaba que como escritor y judío formaba parte "de una generación sin par, que ha llevado una carga de destino como acaso ninguna otra en el transcurso de la historia". Asimismo, pensaba que ninguna generación en la historia de la humanidad había sufrido semejante caída moral como la suya. ¡Qué pensamiento tan terrible, sobre todo porque proviene de un intelectual que dedicó su vida a estudiar la situación de un gran número de personajes históricos y supo de sus dramas humanos!
Sin duda, Zweig tenía una tremenda inquietud por el futuro de su continente. Conocía una serie de actos bochornosos que había presenciado Alemania en los años más recientes de la guerra. La escritora argentina Alicia Ortiz Oderigo, en su libro Stefan Zweig...
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