La Puerta Falsa / El poeta suicida

AutorGuadalupe Loaeza

Hoy iniciamos una nueva sección titulada La puerta falsa, la misma que se toma cuando ya no se tiene la voluntad de vivir; esa puerta por la que han pasado tantos personajes, como Hemingway, Zweig, Mayakovsky, Virginia Woolf, Torres Bodet, Séneca, Pavese y muchos otros artistas, intelectuales y poetas, quienes tomaron la decisión de suicidarse, una forma de muerte que por lo visto parecería común entre escritores. He aquí un tema, el de suicidio, del cual se ha escrito muchísimo, pero sigue siendo un gran enigma, como fue por ejemplo el suicidio de Mishima.

"El escritor, arrodillado, da tres nuevos vivas al Emperador. Tras una inspiración profunda contrae la musculatura del tórax. El grito seco y gutural se difumina en el silencio del cuartel. La daga entra a fondo y cruza el abdomen empujada por una fuerza y una voluntad hercúlea. La sangre sale a borbotones acompañando a las entrañas. Cuando en un último esfuerzo Mishima logra cortar en un semicírculo hasta el lado derecho, cae hacia delante... El cuerpo yace convulso sobre sus propios intestinos". Así relata Juan Antonio Vallejo-Nágera el suicidio del célebre escritor japonés Yukio Mishima, el 26 de noviembre de 1970.

No hace mucho, el Dr. Enrique Goldbard escribió en nuestro periódico (4/6/2002) acerca del suicidio: "Los expertos Leonardo Tondo y Ross Baldessarini, de la Universidad de Cagliari y de la Escuela de Medicina de Harvard, respectivamente, afirman que algunos suicidios ocurren inesperadamente, otros pueden predecirse, pero, en la práctica, no pueden prevenirse. La mayoría son el resultado de enfermedad siquiátrica, particularmente psicosis, depresión o alcoholismo. Se considera que cerca del 50 por ciento de los casos de suicidio están asociados a alteraciones afectivas o del estado de ánimo y enfermedades del área siquiátrica".

Hay que decir que aunque se ha sostenido en círculos de especialistas que el suicidio es indicativo de cierto grado de enfermedad mental, se prefiere establecer una diferencia entre el suicidio como una condición preexistente de enfermedad mental y el suicidio como una forma de resolver un problema existencial o como respuesta a una experiencia precipitante, en ausencia de alteración siquiátrica. En muchas ocasiones, la decisión de suicidarse es tomada después de un evento causante de angustia o desasosiego, que puede tener que ver con dificultades interpersonales o del trabajo, enfermedad, separación o pérdida de alguien muy querido.

Tan querida como...

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