Opinion Internacional/ EU puede persuadir a Israel para que logre una paz justa

AutorJimmy Carter

ATLANTA.- En enero de 1996, con el total apoyo de Israel y en respuesta a la invitación de la Organización para la Liberación de Palestina, el Centro Carter ayudó a monitorear unas elecciones democráticas en Cisjordania y Gaza que estuvieron bien organizadas y fueron abiertas y justas.

En esas elecciones se eligieron 88 miembros de la Autoridad Nacional Palestina, con Yasser Arafat como Presidente. Desde el punto de vista legal y práctico, se animó al pueblo palestino a formar su propio Gobierno con la expectativa de que pronto tendrían soberanía total como Estado.

Cuando se terminaron las elecciones, realicé un gran esfuerzo para persuadir a los líderes de Hamas a que aceptaran los resultados de la elección, con Arafat como su líder. Les transmití un mensaje ofreciéndoles una total participación en el proceso para desarrollar un marco constitucional permanente para la nueva entidad política, pero se negaron a aceptar esta propuesta.

A pesar de la negativa, era una época de paz y esperanza y no había amenazas de violencia ni siquiera de manifestaciones pacíficas. El status legal del pueblo palestino no ha cambiado desde entonces, pero su situación se ha vuelto desesperada.

Ariel Sharon es un hombre fuerte y enérgico, y nunca ha llevado a error en sus declaraciones públicas ni se ha desviado de su máximo propósito. Su rechazo a todos los acuerdos de paz que incluían la retirada israelí de las tierras árabes, su invasión del Líbano, su provocadora visita a la Explanada de las Mezquitas, la destrucción de pueblos y casas, los arrestos de miles de palestinos y su desafío evidente a la exigencia del Presidente George W. Bush de que cumpla la ley internacional, todo ha sido orquestado para alcanzar sus máximos objetivos: establecer asentamientos israelíes de manera tan amplia como sea posible a lo largo de los territorios ocupados y negar a los palestinos una existencia política cohesiva.

También se puede echar una culpa justificada al otro bando. Aun cuando estaba libre y disfrutaba de todos los instrumentos del poder político, Arafat nunca ejerció un control sobre Hamas y otros radicales palestinos que rechazan el concepto de una existencia pacífica para Israel y adoptan cualquier medio para conseguir ese objetivo.

Las denuncias de la violencia por parte de Arafat han sido espasmódicas y con frecuencia sólo han sido expresadas en inglés y probablemente no han sido sinceras. Es muy probable que considere a las detonaciones suicidas como una de...

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