El pueblo de una hora antes
| Autor | Yaotzin Botello |
MURAL / Enviado
LLANO GRANDE, Oaxaca.- El autobús se detuvo en medio de la noche. Era nuestra parada. Descendimos sólo dos de los pasajeros y, tan pronto como nos quedamos solos, nos llegó esa primera sensación de terror que anuncia una aventura. Habíamos perdido por instantes la capacidad de saber dónde estábamos. La vista no tocaba fondo en las sombras de los pinos, el aire helado se metía a fuerzas por la ropa y, sólo por momentos, una luna juguetona se desnudaba para mostrarnos algunas cabañas y la parte de la carretera que seguíamos pisando.
"¿Qué se les ofrecía?", se escuchó una voz de niño que se acercaba a nosotros. Habíamos llegado hasta ese sitio para pasar un par de noches en una cabaña y convivir con una naturaleza silvestre que normalmente no hay en la ciudad, pero cómo explicar esto a alguien que no sabíamos quién era ni qué quería. Por teléfono me habían dado el nombre de un guía que nos recogería y era lo que esperábamos, quizás un hombre maduro con uniforme, pero no. Aquella voz se materializó en William, el niño que estaba encomendado para recoger a esos visitantes que llegarían en el autobús de las 20:30 horas.
De no ser por William, habríamos llegado a tientas a la cabaña. Si bien hay letreros que indican el camino, algo que se ve con luz de día, por la noche nada se distingue. Las casas de madera y los senderos que forman las calles de Llano Grande desaparecen con el sol, y es que esta comunidad pierde su vida temprano porque la mayoría de los 150 habitantes se levantan con el alba para cuidar sus cultivos de maíz, papa, berro, manzana, durazno y pera, además de flores.
Para ir a Llano Grande hubo que reservar con anticipación, porque los visitantes europeos y los mismos oaxaqueños se han convertido en asiduos visitadores de este proyecto de turismo, una actividad económica alternativa para los comuneros de la Sierra Norte de Oaxaca.
El área para los viajeros tampoco es muy grande: tres cabañas que pueden acomodar a un máximo de 26 personas en diferentes cuartos; sin embargo también hay espacios para tiendas de campaña y, según el coordinador del Comité de Ecoturismo de Llano Grande, Adelfo Martínez, para este año podría terminar de construir una cabaña más.
La única forma de llegar a esta comunidad que se encuentra a 2 mil 900 metros sobre el nivel del mar, uno de los puntos más altos de la Sierra Norte de Oaxaca, es en auto o autobús de segunda clase que hace unas dos horas y media de recorrido desde la ciudad de...
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