Baños de pueblo

REFORMA / Redacción

Vicente Fox cumplió ayer dos años en la Presidencia caminando por la Alameda, contrastando los niveles de popularidad que le marcan las encuestas con los "¡échele ganas!", "¡felicidades!", "¡no haga caso a las críticas!" que recogió de los ciudadanos que se le arremolinaron en su recorrido de media hora desde la virreinal Iglesia de San Hipólito hasta el porfirista Palacio de Correos.

A las 14:45 horas, vestido con playera gris y pantalón de mezclilla, de la mano de su esposa Marta Sahagún, el Primer Mandatario salió de la iglesia donde se venera a San Judas Tadeo, el santo de todos los que tienen urgencias económicas, a donde acudió a oír misa.

Bendiciones, parabienes y peticiones recibió a la salida; una vendedora le regaló un rosario que él puso en el cuello de su esposa y una anciana en silla de ruedas logró hacerse oír entre la muchedumbre que estaba a punto de aplastarla.

"¡Señor Presidente, míreme, necesito una silla nueva!", le imploró.

"Sí, enseguida", atendió Fox, "¡Marta, atiende a la señora para que le den una silla".

Luego de la instrucción a la presidenta de la fundación "Vamos México", Fox se enfiló por la Alameda Central, del lado de Avenida Hidalgo; un vendedor de elotes con mayonesa, queso y chile le ofreció uno que el Presidente no tomó.

"¿Cómo está la seguridad aquí?", cuestionó a dos policías.

"Se está reforzando", fue la respuesta.

Vendedores ambulantes, paseantes dominicales y feligreses lo buscaron para saludarlo cuando un animador de los conciertos musicales que se efectúan cada domingo lo descubrió y delató su presencia por el micrófono. Una muchacha de acento norteño lo alcanzó.

"Señor Presidente, nosotros somos de La Academia, mándenos un saludo", le dijo, y el Presidente lo hizo ante la cámara de la televisora que organiza el concurso.

Desde un turibus, que hace el recorrido de Chapultepec hasta el Centro, le lanzaron gritos de "Vicente, Vicente", "Felicidades".

Rodeado de una docena de elementos del Estado Mayor Presidencial, Fox atravesó en menos de media hora la Alameda, esperó a que se pusiera el alto en el Eje Central, sin que nadie detuviera el tráfico para que pasara, y se...

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