Puebla, más allá del arte sacro
| Autor | Luis Romo Cedano |
Entre los muchos motivos que hacen de Puebla un destino turístico de primer nivel están sus iglesias, torres de cantera, cúpulas de azulejos y retablos de oro, habitados por ángeles, flores, santos y astros.
Sin embargo, no todo son iglesias, en el Centro Histórico de Puebla hay una gran riqueza.
Se puede ir en busca exclusivamente de detalles, por ejemplo, patios o elementos aún menores como balcones, barandales de hierro forjado, clavos de bronce en portones o azulejos.
Puebla es también una ciudad que se deja conocer por sorpresa: se toma una calle sin rumbo fijo para descubrir aquí un antiguo claustro de portentosa arquería, allá un restaurante de antología, enseguida una tienda de artesanías y luego un taller de restauración o un edificio porfiriano.
La manera menos incierta de recorrer Puebla es ir tras atractivos específicos, aquí le proponemos 10 sitios o rutas imprescindibles que no se refieren a iglesias, aunque una visita puede combinar ambas clases de lugares.
Ir en busca de determinados sitios no significa cerrar los ojos a todo lo demás. Vale la pena distraerse en los detalles y también por las sorpresas que siempre salen al paso. Nada mejor que caminar por Puebla y encontrar aquello que no estaba buscando.
El Zócalo y edificios circunvecinos
En su centro tiene la fuente de San Miguel, del Siglo 18, y al sur, la Catedral. Al oriente está la Casa del que Mató al Animal con su antigua portada virreinal; y al norte, el Palacio del Ayuntamiento, obra porfiriana que debe ser la sede municipal más bella de México.
Junto a éste, sobre la Calle 2 Norte, se encuentra la pintoresca Casa de los Muñecos, cuyos muros lucen caricaturas de personajes virreinales hechas con azulejos.
Además de lugar de visita, el Zócalo es un buen sitio para comer, descansar, comprar golosinas o, simplemente, distraerse un poco.
Ex colegio de San Juan y Biblioteca Palafoxiana
El antiguo seminario de San Juan es hoy Casa de la Cultura.
En sus altos está la afamada Biblioteca Palafoxiana, que lleva ese nombre en honor de su fundador, el Obispo Juan de Palafox y Mendoza.
Aparte de los tesoros bibliográficos que resguarda desde el Siglo 17, es una obra maestra arquitectónica. El recinto, sus decorados y mobiliario fueron creados ex profeso en el Siglo 18 para albergar dicho acervo.
Museo Amparo
Cubre arte mexicano de todos los tiempos. Sus colecciones mesoamericana y virreinal se encuentran entre las más ricas del País.
La museografía es espléndida y sus piezas...
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