De Psiquiatra

(Uso exclusivo para medios impresos)¿Indignados o enojados?Por Mario ZumayaEL UNIVERSALEl movimiento popular de Los Indignados, que naciera en España en mayo del presente año, parece extenderse mundialmente: a Santiago de Chile, en sus estudiantes; a Estados Unidos, con los ocupantes de Wall Street y las marchas en Washington; y a Bruselas, por medio de contingentes que provienen de Francia y España.Es un movimiento ciudadano plasmado en una serie de protestas pacíficas que intentan promover una democracia más participativa, alejada de partidos políticos y del dominio de bancos y corporaciones, así como una verdadera división de poderes y otras medidas para mejorar el sistema democrático.Ha aglutinado a diversos colectivos ciudadanos con distintos lemas: "No somos marionetas en manos de políticos y banqueros" o "Democracia real ¡YA! No somos mercancía en manos de políticos y banqueros".Es cuestión de tiempo que se extienda también a nuestro atribulado país, pero propongo que aquí se llame Los Enojados o Los Hostiles.Y no es cuestión de marketing o eufonía. Me explicaré en los siguientes párrafos porque la verdad de las cosas es que me siento más enojado que indignado; infinitamente hostil hacia los poderes ejecutivo, legislativo y judicial; la clase política y empresarial en general y los engendros televisivos comerciales en particular.La indignación me parece un término elegante y un tanto abstracto que no describe lo que creo compartir con millones de compatriotas. La indignación designa el enojo provocado por una situación injusta; esto es, me indigna aquello que afecta tu o mi dignidad, o la dignidad de tu semejante, y produce enojo al lastimarnos en nuestra estima personal.En su sentido más general, el enojo es la emoción o sentimiento que fluctúa desde la muy leve irritación hasta la más intensa furia o rabia. Representa la respuesta habitual a aquellas situaciones en las que nos sentimos amenazados, en las que creemos que se nos puede hacer daño o en las que consideramos que alguien o algunos, de manera innecesaria, nos ha tratado...

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