Proyecto Familia / Las señales del autismo

AutorEdna García de Martínez

"Vienen al mundo con una incapacidad innata para establecer con otras personas el contacto afectivo normal, biológicamente previsto".

Leo Kanner

Esta semana se realiza en Nuevo León la primera Semana Estatal del Autismo, en la que maestros, padres de familia e interesados en el tema están teniendo la oportunidad de recibir información, actualizar datos y compartir experiencias.

El síndrome del autismo es un trastorno del desarrollo que afecta de menor a mayor grado las habilidades de comunicación, lenguaje, socialización e imaginación.

En los países de Latinoamérica se calcula que ocurre en uno de cada 500 nacimientos. Sin embargo, en otros países que cuentan con mayor información y oportunidad de diagnóstico y detección temprana las cifras son alarmantes, como en el caso de Estados Unidos en donde 1 de cada 166 niños que nacen padecen una forma de autismo.

Las características del trastorno son evidentes antes de los 3 años de edad y ocurre más frecuentemente en los varones que en las mujeres.

Al día de hoy no se conoce una cura ni se le atribuye a una causa específica. Las investigaciones siguen girando en el área de la genética, trastornos bioquímicos, estructuras cerebrales, factores ambientales, entre otros.

La falta de información, los mitos y la negación de aceptar que un hijo presenta un trastorno del desarrollo, retarda el proceso de recibir un diagnóstico temprano que es importante para ofrecer atención oportuna, ya que, aun para aquellos que poseen una capacidad intelectual normal, vivir con autismo se convierte en un reto diario.

¿Cómo son estos niños?

Las personas autistas no presentan alguna característica física peculiar que los distinga, son sus conductas las que llaman la atención y muchas de ellas resultan difíciles de entender o predecir.

Por un lado sorprenden con habilidades inesperadas (armar rompecabezas con facilidad, excelente memoria), y por otro evitan el contacto visual y actúan como si fueran sordos.

Algunos no hablan, otros tienen alteración en el lenguaje y la comunicación, no imitan e invierten los pronombres (dicen tú en vez de yo), repiten frases o palabras que escuchan (ecolalia). Su comprensión es muy literal, entender las bromas y el doble sentido se les dificulta.

Sus conductas son ritualistas, es decir, realizan la misma actividad una y otra vez (girar, acomodarse o apilar objetos). Buscan que las rutinas o cosas que forman su entorno permanezcan sin cambio (muebles, la ruta para ir a la escuela) y...

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