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Protéjase de ponzoña

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Vincent
AutorCielo Mejía

Un aguijón venenoso puede esconderse en cualquier rincón del hogar: debajo de la cama, detrás de los muebles, en los zapatos y escombros de la casa. La picadura de éste puede llegar a ser mortal.

La diferencia entre sufrir la picadura o mordedura de un animal ponzoñoso o librarse de la misma, podría estar en sacudir la ropa y los zapatos antes de usarlos, así como evitar la acumulación de material en desuso dentro del hogar.

Jalisco es un Estado donde abundan los alacranes, tan sólo en lo que va del año, la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) ha registrado 22 mil 747 picaduras por este animal.

Mónica Mercado Hernández, coordinadora del Programa de Alacranismo de la SSJ, explica que en la entidad, las picaduras y mordeduras de animales venenosos más comunes, además del alacrán, son las arañas capulinas o viudas negras, en tanto que el tercer lugar lo tienen las víboras, generalmente las de cascabel.

Hasta mayo del 2009, la SSJ tenía registrados 21 casos de mordeduras de araña y 15 de víbora.

Si uno de sus familiares o conocidos sufre una picadura o mordedura de algunos de estos animales, hay que llamar inmediatamente a una unidad de urgencias para que se le aplique un suero que funciona como antídoto y evitar remedios caseros.

De ser posible, la especialista recomienda capturar al animal.

"Nosotros aconsejamos que sea dentro de la primera media hora (la atención médica), porque sí es una urgencia médica cualquiera de (la mordedura o picadura de) éstos tres animales".

Cuando se presenta una picadura por alacrán, los síntomas más comunes son dolor en el área afectada, entumecimiento, salivación, aumento de la frecuencia cardiaca, sensación de cuerpo extraño en la garganta y, en las etapas más graves, la persona puede presentar convulsiones, coma e incluso, la muerte.

En el caso de las arañas hay dolor abdominal, molestia en las extremidades inferiores, hipertensión, náuseas, vómitos, mareos. Además de esos síntomas, las víboras pueden hinchar el área afectada, y si la persona no se atiende, puede llegar a perder la extremidad donde sufrió la mordedura.

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