Protegerse ante la crisis
REFORMA / Staff
Debido a que la crisis también afectó al ramo textil, el negocio del esposo de Sonia González decayó, por lo que ella se vio obligada a sostener sola la carrera universitaria de su hija de 18 años.
La situación de esta profesional dedicada a la comunicación se volvió todavía peor cuando él presentó problemas de salud, por lo que empezó a buscar opciones para continuar pagando los, aproximadamente, 10 mil pesos mensuales de colegiatura, más otros 10 mil de inscripción al próximo semestre.
Sonia confiesa que tiene un sentimiento de impotencia al ver que su hija, una joven comprometida con sus estudios, tiene que buscar apoyos para poder concluirlos de manera óptima.
"Es muy lamentable ver que tu hija tiene muchos deseos y atributos para poder estudiar y que se tenga que enfrentar a estas obstáculos, cuando hay otros jóvenes que no tienen el menor interés en la escuela", afirma.
Como ella, los padres de alumnos de universidades privadas que tengan problemas económicos derivados de la crisis cuentan con pocas opciones para lograr que sus hijos continúen con sus estudios.
Asimismo, algunas escuelas, como el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Oriente, de Jalisco, han detectado que un nuevo sector de clase media, que antes no solía solicitar apoyos económicos, se ha acercado a su departamento de becas.
"Tenemos un incremento de un 20 por ciento en las solicitudes de becas y financiamientos de parte de familias cuyos ingresos, usualmente, no estaban contemplados en la población que solicita estas ayudas", destaca José de la Cerda Gastelum, director de Relaciones Externas del ITESO.
Estas familias, agrega, viven en colonias de nivel económico por encima de la media, es decir, que tienen casas con tres recámaras o más y asistencia doméstica, entre otros servicios.
"Ellos nos dicen que su flujo económico les está fallando y no pueden vender la casa para pagar la universidad", revela.
Una carrera completa, en una institución de educación superior privada, puede llegar a costar entre 500 mil y 600 mil pesos, con mensualidades de entre 15 mil y 10 mil pesos; mientras que las opciones más baratas están por los 4 mil pesos mensuales.
En la Universidad de Monterrey, los directivos detectan que sucede algo similar.
"Estamos viendo casos de padres de familia que ven cancelada temporalmente su operación económica, sobre todo aquellos que tienen una empresa propia, que son una buena parte de nuestros alumnos", dice Beatriz Ramos Villarreal, directora de Comunicación y Desarrollo Estudiantil de la UDEM.
Se conocerá el impacto en octubre
Todavía están abiertos los procesos de admisión y reinscripción en la mayoría de las universidades privadas, por lo que el verdadero impacto de la crisis económica sólo podrá medirse hasta que inicie el próximo ciclo escolar.
"A la mitad de un año totalmente en crisis económica como este, podremos valorar, con porcentajes exactos, qué tanto nos ha afectado", dice Guillermo Alonzo Velasco, presidente de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior.
En la próxima reunión de esta federación, en octubre, contemplan presentar un diagnóstico del impacto de la crisis en universidades privadas.
El primer recurso
Sonia ya había logrado obtener una beca de 25 por ciento ciento (es un descuento en la colegiatura), lo cual, hace un año, era suficiente; pero ante su situación actual, necesita algo más de apoyo.
"Ahora no es suficiente, pues, al final de la quincena, los gastos están más apretados", recalca.
"Además de todo, los financiamientos educativos resultan impagables y rebasan, por mucho, mis capacidades económicas".
El primer lugar al que puede recurrir alguien que esté en su misma situación es la escuela en la que estudia, para negociar una beca o financiamiento.
La mayoría de las universidades siempre han contado con este tipo de apoyos; por ejemplo, en el Tecnológico de Monterrey, una de las dos universidades privadas con más alumnos en el País, casi 48 por ciento de sus alumnos a...
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