Protegen a hijas de divorciados en Guanajuato

AutorVíctor Fuentes

Un tribunal federal de Guanajuato determinó que los padres divorciados en esa entidad están obligados a mantener indefinidamente a sus hijas hasta que se casen o consigan trabajo, sin importar su edad o si ya terminaron sus estudios universitarios y tienen un título.

El tribunal se basó en el Código Civil de Guanajuato, uno de los siete del País que obligan a los padres que se divorcian a mantener a sus hijas hasta que estas consigan marido siempre y cuando "vivan honestamente", pero en cambio ordenan interrumpir la manutención de los hijos varones tan pronto alcanzan la mayoría de edad.

Los otros estados donde impera esta regla son Chiapas, Durango, Hidalgo, Nuevo León, Puebla y Aguascalientes. El precedente del tribunal de Guanajuato podrá ser aplicado en casos similares que se presenten en estas entidades.

Según datos recabados por REFORMA, otros13 estados del País limitan la obligación para padres divorciados hasta que los hijos llegan a la mayoría de edad, sin importar el género; seis la extienden hasta la conclusión de una carrera o equivalente, y tres no dicen hasta cuándo hay que mantenerlos ni distinguen entre sexos.

Jalisco es un caso sui generis, pues establece la obligación hasta que los hijos lleguen a la mayoría de edad o contraigan matrimonio.

El criterio judicial en Guanajuato contrasta con los adoptados recientemente por dos tribunales federales del DF.

Uno consideró que los padres divorciados en esta ciudad no tienen por qué seguir manteniendo a los hijos titulados, y otro confirmó que el ISSSTE debe cancelar las pensiones de orfandad cuando el beneficiado cumple 25 años, sin importar que siga estudiando.

De acuerdo con datos del INEGI, en el 2001 se registraron 2 mil 168 divorcios en Guanajuato, una tasa de 0.67 divorcios por cada mil habitantes mayores de 12 años.

En el DF la tasa es de 1.15; en el Estado de México es de 0.71; en Jalisco 0.67; en Nuevo León 1.0, pero en Baja California llega a 1.5 y en Chihuahua a 1.9 En Guanajuato, el demandante original fue un padre divorciado que pretendía dejar de pagar los gastos de su hija ya titulada.

En última instancia, correspondió resolver el caso al Primer Tribunal Colegiado en la capital guanajuatense.

"Aun cuando lo más común en una sociedad es que una persona que adquiera tal formación (profesional), a la sazón desarrolle la actividad profesional correspondiente que a su vez le reportará los ingresos necesarios para vivir, en muchas ocasiones las oportunidades de trabajo...

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