Se protegen con Elegguá

AutorArturo Sierra

Fotos: Arturo Sierra

Armado Manuel Dávila López, integrante del Agencia Federal de Investigación demostró su fe por la Santería a finales del 2003, cuando dejó una ofrenda en la calle en honor a Elegguá, el principal de los Orishas (deidades).

El tributo incluía un reloj marca Rolex, de oro con diamantes; su pistola de cargo, su credencial de elector, la factura de su vehículo, su cédula profesional y su identificación como elemento de la Procuraduría General de la República.

Además de una estampa de Jesús Malverde, a quienes los narcotraficantes consideran como su santo protector.

Don Marcelo, quien es Olúo o Babalawo, "Padrino" en la Santería, asegura que cada día son más los elementos policiacos que conocen y realizan esta práctica para sentirse más protegidos, y para cumplir mejor su trabajo.

"No voy a decir de dónde son o a qué corporaciones pertenecen, pero sí hay muchos policías, sobre todo comandantes de la Policía Judicial que vienen a dejar sus ofrendas a los santos, como Elegguá, Shangó y Olofi (equivalente a Dios)", comenta.

Los policías dejan a los santos desde dulces, juguetes, bebidas embriagantes, puros, hasta elevadas cantidades de dinero cuando han recibido favores o milagros.

"A Elegguá, que viene siendo el Santo Niño de Atocha para la religión católica, le gusta el pastel, el coco, dulce en cocada, le gustan los carritos, las pelotitas.

"A papá Shangó, que se manifiesta como Santa Bárbara, le gustan las manzanas rojas, su puro y el aguardiente", señala.

Para el santero, que tiene su altar en la Colonia El Mirador, del Municipio de Tlalnepantla, en el Estado de México, la Santería ha sido desprestigiada porque la gente desconoce cuáles son sus verdaderos fundamentos.

"La relacionan con la maldad o la brujería", dice el santero mientras a su esposa le echaba aguardiente con la boca, así como bocanadas de humo de un puro, "pero no es así, se trata de una religión que se fundamenta en el bien y la fe.

"La Santería nace en África y llega a Cuba, después se extiende a Brasil y Jamaica; hay diferentes ramas, como la Yoruba, y en México hay mucha gente que cree en ella, pero los representantes de la Iglesia Católica no la aceptan del todo", sostiene.

Los policías acentúan su fe por Elegguá para que les abra los 21 Caminos de la Vida, entre ellos tener bien a su familia, sus negocios y, sobre todo, estar protegidos de la maldad que hay en la calle.

"También le piden a Santa Bárbara, conocida como Shangó, porque tiene una espada...

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