Niños sin protección

AutorClaudia Ramos

Una noche de junio del año pasado, el matrimonio compuesto por Andrea y José Juan circulaba en un Pointer por la carretera del Sol, rumbo a Acapulco. En el asiento trasero del vehículo dormía, acostada, su hija Marisol, de cuatro años de edad. Tramos más adelante de la caseta de Alpuyeca, la llanta trasera izquierda del auto reventó. Sin poder controlar el vehículo, se salieron de la carretera y cayeron a una barranca, después de dar varias volteretas. Los padres, que llevaban puesto el cinturón de seguridad, salieron con golpes menores. La niña se lesionó gravemente. Alcanzó a llegar viva al hospital, pero falleció 16 horas más tarde.

En enero de este año, el jugador del Club Pachuca de futbol Pablo Hernán Gómez y su esposa, Mónica Elizabeth González, fallecieron en un accidente similar, cuando viajaban de Huichapan a Pachuca. Sus hijos, Pablo Leandro y Paola Micaela, de tres y dos años de edad, respectivamente, resultaron con lesiones menores. De los cuatro, sólo los niños traían puesto el cinturón de seguridad.

En México, viajar seguro es de uso reciente, sobre todo cuando de niños se trata. A nivel nacional, pocas ciudades, como el Distrito Federal, Guadalajara y Guanajuato, han legislado en sus reglamentos de tránsito el uso obligatorio del cinturón de seguridad al transportarse en autos particulares. Sin embargo, el énfasis se da en el adulto y poco hacen las autoridades por reglamentar la protección para el menor.

En la capital del país tiene apenas tres años que se cambió la reglamentación (3 de diciembre de 1997). Para obligar a la ciudadanía a viajar segura se estableció una multa de 793.50 pesos al conductor que no utilice el cinturón de seguridad. En prevención de los daños a infantes, se incluyó una multa de 132.25 pesos a quien lleve niños menores de cinco años en los asientos delanteros del vehículo.

No obstante, son cotidianas las violaciones a estos reglamentos, que priorizan la protección de los adultos y marginan la de los niños: los conductores viajan con "cinturones simulados", con más de cinco años de instalados o incluso que ya no sirven, mientras que niños de brazos van sin mayor protección en el asiento delantero, mientras quien lo lleva trae bien colocado su propio cinturón. Nadie es detenido por esto.

En el caso del transporte público, por ejemplo, no sólo no se cuenta con cinturones de seguridad en los microbuses, trolebuses, camiones y taxis, sino que en la mayoría de los casos se viaja excediendo los límites de...

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