Promueven en 2008 el Año de los Anfibios

AutorPatricia López

Las ranas, sapos, salamandras y cecílidos tienen casi 100 millones de años en el planeta, pero 3 mil de las 5 mil 700 especies de anfibios están en peligro de extinción.

Pese a su notable evolución que los ha ayudado a adaptarse a ecosistemas tan variados como las zonas húmedas tropicales y los desiertos, tienen dos enemigos letales: el ser humano, que destruye su hábitat en casi todos los países, y un hongo, Batrachochytrium dendrobatidis, que en la última década ha causado la muerte masiva de poblaciones en Australia, Panamá y Costa Rica al infectar su piel hasta causarles parálisis y asfixia.

Ante esta emergencia, la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN por sus siglas en inglés) y la Asociación Mundial de Zoológicos y Acuarios encabezan, durante 2008, el Año de los Anfibios, una campaña que busca revertir esa tendencia y fomentar la conservación de esos animales.

"La campaña es una buena idea para proteger a estas especies de gran importancia evolutiva. En México la situación es muy grave. Tenemos 361 especies de los tres órdenes de anfibios -que incluyen a ranas y sapos, salamandras y cecílidos- y el 62 por ciento de ellas son endémicas, y esto implica que si se extinguen del País desaparecen del planeta", advierte la maestra en ciencias Georgina Santos Barrera, investigadora de la Facultad de Ciencias de la UNAM.

La herpetóloga está adscrita al Museo de Zoología "Alfonso L. Herrera", sitio que cuenta con una colección de anfibios y reptiles con más de 16 mil ejemplares de 740 especies de México y algunas de Estados Unidos.

"Una forma de conocer y conservar a los anfibios es con investigación científica, que permite adentrarse en su biología, tener muestras de zonas muy diversas del País, ubicar sus poblaciones, su endemismo y los factores ecológicos y humanos que las tienen en peligro de extinción", afirma.

Los tres órdenes de anfibios tienen diferencias: las ranas y sapos (orden Anura) tienen 4 extremidades, no tienen cola, respiran con pulmones y tienen variaciones en las glándulas y el tipo de piel, en general húmeda y lisa.

Las salamandras (orden Caudata) tienen 4 extremidades cortas y una cola prominente. Algunas no tienen pulmones y respiran por la piel.

Y los cecílidos (orden Gymnophiona) carecen de patas, tienen una reducción en los ojos porque viven enterradas en los pantanos, y poseen un tentáculo sensorial para ubicar a sus presas.

"Un problema para conservar a los anfibios es que no son tan atractivos como las aves o los...

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