Prohibido Tocar / ¿No le ha pasado?

¿No le ha pasado? Cuando menos lo esperamos ¡zas! uno de nuestros hijos nos hace una pregunta que nos toma totalmente por sorpresa: ¿cuántos animales existen en el mundo?, ¿por qué mi papá no tiene pelo?, ¿para qué sirve el ombligo?, ¿por qué me has dicho que yo viví en tu panza mamá?, ¿cómo entré ahí?, ¿qué harás el día que yo me embarace?, ¿ustedes después de tantos años todavía..? Frente a preguntas semejantes, padres y madres tienen reacciones diversas; unos enrojecen, otros "hacen como que no oyeron", algunos dicen "pregúntale a tu papá" o a tu mamá según, sea el caso... pero muy pocos se atreven a decir "no sé", "no tengo la menor idea". ¿De dónde habremos sacado la malsana idea de que los padres debemos tener tooodas las respuestas, a tooodas las preguntas de los hijos?.

Cuando las dudas son específicamente sobre sexualidad, padres y madres no informados suficientemente, disimulan su ignorancia y/o su temor sobre el tema con el clásico ¡cállate, de eso no se habla en casa!, o, golpe de por medio, se alejan del lugar. Así muchos niños (as) aprende que de sexo no se puede preguntar, ni comentar, ni leer, a veces ni pensar. Sin embargo, no pierdo la esperanza que varios de nuestros (as) lectores, y después de varios meses de vida de esta columna, tengan la intención de ofrecer a sus hijos (as) una educación más completa que la que ellos recibieron. Tengo algunas sugerencias para cuando les pregunten sus hijos sobre sexualidad y no sepan qué hacer.

  1. - Acepte sin temor, que no tiene la respuesta, o que la tiene incompleta. Puede contestarles con un "no sé, voy a investigar", o "por el momento no tengo la respuesta".

  2. - No conteste con una mentira. Las mentiras o la...

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