El progreso moral

AutorGabriel Zaid

La conciencia moral también progresa, aunque se hable de retraso y hasta degradación frente al progreso material. Progresa tanto que rebasa la capacidad material. El desarrollo tecnológico, productivo, institucional, no logra mejorar la realidad tanto como exige la conciencia.

En otros tiempos, las personas no se sentían tan mal si fumaban o estaban pasadas de peso, si no educaban a sus hijos con los métodos más modernos, si no participaban en la vida cívica, si su matrimonio no era tan perfecto, si no avanzaban rápidamente en el trabajo y en su posición social, si no hacían ejercicio, aprendían idiomas, viajaban por el mundo, sabían desenvolverse en la web, tenían títulos universitarios o usaban desodorantes. Asumir (ya no digamos realizar) tantas exigencias simultáneas y, sobre todo, estar conscientes de los progresos todavía no alcanzados, puede ser aplastante.

Hace no tantos milenios, el infanticidio era normal. No escandalizaba ni al patriarca Abraham, que estuvo a punto de ofrecer a Dios el sacrificio de su hijo. Hace no tantos siglos, la esclavitud era normal. No escandalizaba ni a Bartolomé de las Casas que (en defensa de los indios) propuso la importación de esclavos negros.

No hay que olvidar la buena conciencia con que se vieron los espectáculos macabros del circo romano y las hogueras de la Santa Inquisición. Hoy tales espectáculos, así como el canibalismo, las masacres, los hornos crematorios, los gulagues, la guerra, la tortura, el maltrato a los animales y la destrucción ecológica se han vuelto intolerables.

A principios del siglo XX, la guerra no escandalizaba ni a las mejores conciencias europeas. Charles Péguy y muchos otros fueron a la Primera Guerra Mundial con la alegría de participar en algo noble, épico, glorioso. Todavía hoy, los himnos nacionales cantan así la guerra.

El desprestigio de la guerra es un progreso recientísimo, una mutación de la conciencia moral que apareció en el siglo XX, destruyó un fetiche milenario y tendrá consecuencias. La más obvia: alguna forma de gobierno mundial.

Más reciente aún es la presión que exige transparencia al poder, un progreso que rompe con la tradición del secreto de Estado, y que también tendrá consecuencias. Por lo pronto, gobiernos de mayor calidad.

En otros tiempos, el imperialismo, la conquista, la violencia, las hambrunas, la miseria, la discriminación, la pena de muerte, el mal trato (a los subordinados, las mujeres, los niños, los pobres, los presos, los animales, los...

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