Proceso de Luis XVl

5

MISCELANEA

EL PROCESO DE LUIS XVI

PRESENTACION

La lectura de los grandes procesos de la historia, o mejor, de los procesos seguidos a los grandes personajes de la historia occidental desde Sócrates a nuestros días, ha sido siempre grata a los abogados. Es por ello que nos hemos decidido a publicar hoy, aunque sea parcialmente, el impresionante relato del "Proceso seguido contra el Rey de Francia, Luis XVI por la convención Nacional" tomado de la obra "Colección de las causas más célebres, los mejores modelos de alegatos, acusaciones fiscales, interrogatorios y defensas en lo civil y criminal, del foro francés, inglés, español y mexicano" dirigida por don José de Vicente y Caravantes y publicada en la ciudad de México en el año de 1854, en la tipografía de F. Escalante y compañía, calle de la Cadena número 13. Por razones de espacio omitimos el extracto del proceso y el interrogatorio al acusado y publicamos únicamente la "Defensa en favor de Luis" pronunciada por quienes ocupan un señalado y destacadísimo lugar en los anales universales de nuestra profesión por su capacidad, elocuencia y erudición y, sobre todo y muy especialmente por su valor, entereza y carácter: Malesherbes, Tronchet y Deseze.

La Dirección.

EL PROCESO DE LUIS XVI.
[193]

Presidente. Luis, podeis retiraros á la sala de conferencias: la asamblea va á deliberar.

Luis. Yo he pedido abogados.

Diciendo esto, salió acompañado de los oficiales municipales y del comandante de la guardia nacional, quienes le condujeron de nuevo al Temple. En seguida, á consecuencia de su petición, decretó la asamblea que eligiese abogados para su defensa.

Al dia siguiente, miércoles, al abrirse la sesion, pidio Thuriot que se pronunciase la sentencia el viernes ó sabado siguiente, sirviéndose de aquel lenguaje que se sabia ser propio para escitar los aplausos de la tribuna: las naciones estranjeras reclaman un grande ejemplo en favor de su propia libertad... debe caer la cabeza del tirano.(1)


(1) Aun ignoraba Luis si se le habian concedido abogados, segun pidiera; no se le habian exhibido todavia los documentos, y ya se pedia que en el espacio de dos ó tres dias se le sentenciase. ¡Terrible prisa á la verdad!

Esta considerada proposicion fué combatida con ardor aun por aquellos que sin ser mas indulgentes eran al menos mas hábiles; la asamblea se limito á decretar que cuatro de sus miembros, Cambaceres, Thuriort,(2) Dabois-Cronce y Dupont du Bigorre, fueran al Temple á poner en conocimiento de Luis XVI el decreto que le permitia(3) nombrar sus abogados y á pedirle que declarase en el acto el ciudadano en quien depositaba su confianza. Trasladados al Temple estos cuatro comisarios, el rey les respondió que si la Convencion nacional lo consentia, elegia por su abogado á Target. en su defecto á Tronchet, y á los dos conjuntamente si lo consentia la Convencion.


(2) El haber nombrado al mismo que acababa de hacer la proporcion, bien indica que estaban de acuerdo con sus principios los que tal mision le cometian.

(3) Era superfluo un nuevo decreto. Luis no carecia de un permiso para usar de un derecho concedido por la ley.

Al dar cuenta Cambaceres de esta mision, terminó su informe en los términos siguientes: "No debemos dejarnos ignorar que el ayuntamiento ha tomado todas las precauciones necesarias para la seguridad del prisionero del Temple; alguna de estas precauciones han obligado á Luis á pedir que se le suministre papel, plumas y tinta, y que se le conceda la comunicacion con su familia. Como las facultades de la comision no se entendian á tanto, nada ha podido resolver, mayormente cuando los oficiales municipales de servicio en el Temple han dicho, que el decreto del ayuntamiento ha debido ser presentado á la Convencion. Vuestros comisarios ignoran si os ha sido presentado en efecto y la determinacion que han merecido las disposiciones que contiene; pero creen de su deber haceros observar que exigiendo el interés público que no se retarde el proceso de Luis Capeto, es indispensable adoptar las medidas que puedan acelerar su marcha; de este numero son la de suministrar al prisionero del Temple, papel, plumas y tinta, y una advertencia á los abogados elegidos de que deben tener con Luis una libre comunicacion: así lo exige tambien la necesidad de conceder al prisionero medios de defensa. "La asamblea pronuncio el decreto siguiente:"

"La Convencion nacional decreta que el ministro de justicia remita en el momento á Target y Tronchet, copia del decreto de ayer que previene que Luis Capeto elija sus abogados: del decreto de hoy que nombra cuatro de sus miembros para que exijan de él, que declare el nombre del abogado en quien deposita su confianza, y del proceso verbal de hoy, igualmente redactado por los cuatro comisarios en el Temple y firmado por Luis: ordena en fin, que los oficiales municipales del ayuntamiento de Paris dejen hablar con Luis Capeto á los abogados Target y Tronchet, y que los mismos oficiales municipales proporcionen á Luis Capeto, plumas, tinta y papel."

Target no aceptó el cargo, y esta conducta irritó al mayor numero de los miembros de la asamblea: Cambaceres tomó la palabra para hacer conocer la necesidad de impedir la propagacion de tan funesto ejemplo. "Es preciso, dijo, que todos los franceses sepan que no pueden negarse á funciones tan sagradas. Luis Capeto ha nombrado por sus abogados á Target y Tronchet: el uno ha rehusado el cargo, puede que el otro lo rehuse tambien: pido que la Convención nombre dos abogados que defiendan á Luis, eligiéndolos entre aquellos que generosamente se han presentado á desempeñar estas funciones."

La negativa de Target no fué vituperada solo en la Convencion nacional; todos los buenos ciudadanos levantaron tambien el grito de su indignacion. Lally Tolendal, Malonet, en la actualidad Ministro de Marina, el marques de Beauharnais: Levaux, Sourdad abogado de Troye; Guillermo ex-constituyente, Huet y otros muchos súbditos fieles, corrieron á manifestar sus deseos de encargarse de la defensa de Luis. El respetable Lamoignon de Malesherbes, espreso igualmente los mismos sentimientos al presidente de la Convencion nacional, en términos que merecen ocupar un lugar distinguido en los fastos de la historia; he aquí su lenguaje.

Ciudadano presidente: Ignoro si la Convencion nombrará un abogado que defienda á Luis, y si le dejará árbitro de esta eleccion.(4) En este caso deseo que Luis sepa que si me honra con esta comision, estoy dispuesto á defenderle. Yo no os pido que deis parte á la Convencion de este ofrecimiento, pues estoy bien lejos de considerarme personaje bastante importante para que se ocupe de mí. Si he sido dos veces nombrado abogado de aquel que fué mi señor en tiempo en que este cargo era ambicionado por todos, debo ofrecer igual servicio en una época en que muchos lo consideraran peligroso: si tuviera á mi disposicion algun medio para hacerle conocer mis intenciones, no me hubiese tomado la libertad de dirigirme á vos, y si lo he hecho, ha sido por la persuasion en que estoy de que en el destino que desempeñais, tendréis á vuestra disposicion mas medios que nadie, para hacerle conocer los deseos que me animan de defenderle: soy con respeto.-Lamoignon de Malesherbes.


(4) ¡Que duda tan elocuente! ¡Como manifiesta la epoca!

Tronchet manifestó tambien que estaba dispuesto á corresponder á la confianza que el rey habia depositado en el, por la adjunta carta que dirigio al ministro de justicia.

"Ciudadano ministro: Enteramente estraño á la corte, con la que no he tenido jamas relacion alguna directa ni indirecta, no esperaba que llegase un dia en que viniese á turbar la tranquilidad y reposo que disfrutaba en mi casa de campo, para poner á mi cargo la defensa de un rey acusado. Si solo consultase la opinion general, contestaria con una negativa; pero creo al público demasiado justo para que deje de mirar en mí un hombre que se somete á la voz de la ley: la naturaleza me dice tambien que el acusado es un hombre, y todo hombre debe encargarse de la defensa de su semejante, cuando la cuchilla de la justicia amenaza su cabeza: dejo pues el campo para trasladarme á Paris. Me propongo, cualquiera que sea el resultado del proceso, no aceptar de nadie la mas pequeña prueba de reconocimiento.-Tronchet."

La Convencion nacional encargó á cuatro de sus miembros que fuesen á manifestar á Luis XVI las cartas de Malesherbes y Tronchet, y de todas las demas personas que se habian ofrecido voluntariamente á defenderle. El rey contesto que aceptaba á Malesherbes en concurrencia con Tronchet; y en su consecuencia, la asamblea decreto que se les permitiese hablar libremente con el rey á uno y á otro.

Al dia siguiente 13 de Diciembre se presento á la Convencion una diputacion del ayuntamiento, con un decreto cuyo primer artículo dice: que las abogados de Luis Capeto deberán ser registrados hasta en los sitios mas secretos: que se les desnude, y se les vuelva á vestir con diferente traje. Esto indignó á la asamblea, y se dijo que no se tratase mas de la materia. El presidente Barrere manifiesta que Luis se negó por la mañana á permitir que entrase la diputacion, pero que tanto insistió por la tarde, que no pudo rehusar que entrase. Invita en seguida á la asamblea á que escuche con tranquilidad. El 2o. y 3o. artículos son oidos en efecto con mas calma; pero el 4o. que dice: que los abogados de Luis Caleto deberán estar presos tambien hasta la conclusion del proceso, da lugar á nueva agitacion. Cien votos á la vez piden la anulacion del decreto, y la desaprobacion de lo ejecutado por el ayuntamiento; pero la asamblea, siempre indulgente para con esta corporacion, le contestó con pasar á la orden del dia, que era sobre el decreto que habia pronunciado la víspera.

Lorenzo Lecointre ha estrañado que á Luis XVI se le prive del consuelo de hablar con su familia, pide la comunicacion de Luis con su esposa e hijos. Marat, Leonardo Bourdon, y el jóven Robespierre se oponen á esta proposicion, bajo pretesto de que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR