Primero galán, luego 'estudiante'
| Autor | Marco Castillo |
Cuando Jorge Lavat accedió a ser parte de un experimento llamado "telenovela" en 1958, sin saberlo, estaba firmando un contrato irrevocable para algunas historias que se volverían clásicas.
El comienzo de su carrera como uno de los rostros masculinos de mayor presencia en el género lo marcó Senda Prohibida, pero el parteaguas en su carrera llegó con Osvaldo Leroux, el apuesto militar que enamoraba a Fanny Cano (en televisión) y a Jacqueline Andere (en cine), en las versiones de Yesenia, clásico de Yolanda Vargas Dulché y su consagración la representó Los Hermanos Coraje.
En el 2009, El Estudiante marcó su regreso a la pantalla grande y significó un trancazo en la taquilla mexicana al encabezar este filme.
A lo largo de los más de 50 años de trayectoria no dejó de trabajar.
En los 60 y 70 fue cuando consiguió las mejores oportunidades en cine y televisión.
Además de los aciertos ya mencionados, tuvo la oportunidad de estar en las versiones para televisión de Corona de Lágrimas (con Prudencia Griffel), Cruz de Amor (con Silvia Derbez) y Anita de Montemar (con Amparo Rivelles), las cuales también fueron llevadas al cine.
Déborah, Cristo Negro, Obsesión, La Sombra del Pecado, El Honorable Señor Valdez, Mi Hermana la Nena y Añoranza fueron otras de las producciones en las que tomó parte.
En su etapa de primer actor respaldó a los jóvenes talentos en melodramas como La Constitución, Amor Ajeno, Quinceañera, Monte Calvario, Muchachitas, Perla, La Vida en el Espejo, Cara o Cruz y más reciente Eva Luna, que grabó el año pasado en Miami y que apenas iniciará transmisiones en México el próximo lunes en el Canal de las Estrellas.
Y el cine lo refrendó con los más diversos personajes.
Lo mismo fue un militar obediente en El Escapulario, un cacique ambicioso en Santo y El Águila Real, un doctor de buen corazón en La Hermanita Dinamita, hasta un mantenido sin escrúpulos, aunque simpático, en Las Modelos de Desnudos y Vividores de Mujeres.
Estas últimas, ya en los 80, representaron la entrada de Lavat en el mundo de la comedia simple y sin mayores pretensiones que las de entretener.
De ahí que trabajara en títulos como Qué Bravas Son las Solteras, Sor Tequila, Algo Es Algo Dijo el Diablo, La Casa Prohibida, Los Malvivientes y Los Guaruras.
Pocos quedaban exentos de este tipo de cine, pero como él solía decir: un actor se debía a su público y él siempre trabajó para todos los sectores.
Casi 25 años después de no hacer cine, fue llamado para El Estudiante...
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