En el Cibercafé/ Primera llamada

AutorHumberto Vela del Bosque

El severo ajuste hacia la baja que ha sufrido el índice Nasdaq ha generado -independientemente del miedo de los inversionistas diversas opiniones sobre el futuro de muchas de las empresas.com que ahí cotizan.

Y es que la mera verdad, muchos inversionistas se dejaron seducir por la gran atracción que han ejercido en los últimos años las empresas electrónicas e invirtieron sin analizar detenidamente la viabilidad de sus planes de negocio.

Incluso, compraban como desaforados acciones de empresas que estimaban que generarían utilidades hasta la próxima década, apostando así a un futuro más que incierto.

Es obvio -siempre ha sucedido así que la mayoría de los negocios electrónicos no sobrevivirán más allá de unos cuantos años. Al inicio, las barreras de entrada a este tipo de negocios son mínimas, pero conforme pasa el tiempo éstas alcanzan alturas difíciles de rebasar.

Basta recordar lo que pasó con la industria de las computadoras personales; al inicio, cualquier estudiante, con pinzas y desarmadores y desde la cochera de la casa o la recámara del dormitorio universitario podía armar su empresa fabricante de PCs.

Así nacieron cientos de empresas y con el paso de los años fracasaron la gran mayoría; la historia de Apple, de Dell y de Compaq por poner un ejemplo, no se volvió a repetir tan fácilmente, y aunque ahora todavía subsisten muchas pequeñas compañías ensambladoras de PCs, obviamente no atraen la atención de los inversionistas como para llevarlas a adquirir los valores que han alcanzado aquéllas.

Los expertos predicen que lo mismo sucederá con las empresas de Internet: la gran mayoría de las actuales fracasará en el corto plazo y la entrada de nuevas se dificultará cada día más, encontrando un lugar sólo aquellas que cuenten con un modelo y un plan de negocios sólido y mucho capital detrás de ellos.

La caída del Nasdaq está abriendo los ojos a todo el mundo; una de sus consecuencias será el fin de la época de oro de las empresas.com, muchas de las cuales sin haber generado un dólar de utilidad, aumentaban hasta el doble el precio de su acción el primer día en que salían al mercado bursátil.

También cada día será más complejo el encontrar capital de riesgo para invertir en empresas que además de contar con un modelo y un plan de negocios...

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