Prevalece apatía en la Revocación

AutorMural / Staff y con información de Violeta Meléndez, Rebeca Pérez Vega y Alejandra Carrillo

Aunque muchos están en contra de la forma en cómo gobierna el Presidente Andrés Manuel López Obrador, pocos lo externaron en las urnas.

Rosalía acudió, como cada domingo, a una tienda departamental que está a dos cuadras de su casa, en El Fortín, en Zapopan, y aunque vio las mesas de votación que se instalaron justo al pie de las escaleras, pasó de largo.

"Son tonterías, esa elección no vale", fue su justificación para no participar en la ratificación de mandato. "En la elección, ahí sí voy a votar para que se largue (Morena)".

En ese punto se instaló la casilla 3639 básica y contigua, cada una tenía mil 400 boletas; sólo se usaron 124 y 127, respectivamente.

Jorge Celis Miranda sí acudió a votar. No quiere que López Obrador siga en el poder, y la consulta, dijo, es ideal para que haya un cambio.

"Yo quiero un cambio de Presidente, un cambio de sistema, un golpe de timón porque hay pruebas contundentes de que las cosas no se están haciendo bien", manifestó.

Su sufragio se sumó al de otras 41 personas que votaron en la casilla 3639 contigua y que quieren que López Obrador se vaya.

En contraste, Ana Bertha Zúñiga, quien votó en la misma mesa receptora, tomó la decisión de participar en la consulta para externar su deseo de que el Presidente continúe.

"Las propuestas de él me han parecido oportunas en un país tan lastimado como el nuestro, ve mucha diferencia en cuanto a quién se le están brindando oportunidades, ahora no son los empresarios el foco de oportunidad, nos están volteando a ver hacia abajo", consideró.

Ella, junto con 80 personas más, dieron su voto de confianza al Presidente. Uno anuló su boleta.

La participación ciudadana en el ejercicio de revocación de mandato fue escasa. En las casillas 3638 básica, contigua 1 y 2, imperó el aburrimiento.

Entre las tres mesas receptoras de votos se recibieron 250 sufragios de 4 mil 200 posibles.

En cuanto el reloj marcó las 18:00 horas, una de las funcionarias de casilla se levantó y lo gritó a los cuatro vientos.

"¡Se cierran, ya son las 6:00!", exclamó, mientras acercaba a la mesa el material que el INE les proporcionó para el conteo.

Lo primero, cancelar los seis blocks de votos que no se utilizaron; después, vaciar la urna y demostrar que quedó vacía; luego, el conteo de votos y cotejar una y otra vez; finalmente, terminar con el llenado de actas y la colocación de la manta con los resultados.

Durante el conteo se encontraron una boleta que fue motivo de carcajadas, pues recordaron...

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